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Sixto Castro Rodríguez, OP

de Sixto Castro Rodríguez, OP
Sobre el autor

7
Dic
2011

El mundo real

2 comentarios

Leía en un suplemento que ciertos viajeros que viajan en un tren bastante elegante, cuando vuelven al “mundo real”… y lo que sigue. Una frase tan tonta, que todos usamos de vez en cuando, encierra todo un mundo de ontologías y cosas de ese cariz. Lo real es lo que hay, las cosas tal como son. Y lo que es es y no puede ser que no sea. Ya los griegos discutieron estos líos y, en la lejanía del pensamiento, trataban de dar solución a estas cosas que para muchos son evidentes. No, no lo son. “Lo real” es un nombre para algo que no sabemos exactamente qué es. Pero aunque no lo sepamos, tiende a identificarse con la furia, la envidia, la dureza, el desánimo, la lucha, el desprecio… y las colas de los aeropuertos y estaciones de autobuses. El bienestar, el disfrute, la amistad, la belleza, la justicia ya no parecen pertenecer al mundo real, sino al mundo de ficción. Y esto es sumamente peligroso, porque “lo que hay” y “lo que es” es lo otro. Y ahí se enredó Parménides y enredó a unos cuantos (seguro que no estaba pensando en mercados, primas de riesgo ni corruptelas políticas, pero…). Lo que es tiene mucho que ver con lo que hagamos de ello. Si uno no se detiene ante el apaleado, éste no “es” un ser humano, sino una estadística. Sólo pensaba sobre el “mundo real” que vamos configurando.

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real polisemia
7 de diciembre de 2011 a las 18:59

Polisemia de las palabras. Hacer referencia a real,Sixto, con la que está cayendo en la más "real" de las familias,como poco lleva a pensar si ser real es presuntamente llevarselo calentito para que el resto del pueblo virtual siga con sus nimiedades-oh-que-vulgar-hablar -de- dinero: paro, crisis. Deben vivir en universos paralelos o colgados de otra supercuerda. Para continuar con sus reales vidas hacen pasar su tren por el realismo-oh-todo-es-tan-vulgar-!, recogen lo que pueden y a un real paraiso fiscal. Es solo una metáfora real. Cualquier parecido con la realidad presuntamente una coincidencia. O no.

entós susurrante
7 de diciembre de 2011 a las 23:00

Me parece muy acertado que de vez en cuando (¿inevitablemente?) pongas sobre la mesa de tu bitácora una cuestión tan obvia (claro, en apariencia) como “lo real” y su cuestionamiento (aquello que marca el núcleo temático del guion con toda su fuerza, cuando Morfeo en la película Matrix pregunta al desconcertado Neo: “¿Qué es ‘real’?”), porque esta pregunta, expresada siempre desde la cima del verdadero pensamiento filosófico, no puede darse por respondida definitivamente, aunque la muy autosuficiente filosofía “ultramoderna” (es que no sé si decir “postmoderna” ya es referirme a época anticuada) crea, en su ignorancia, que hoy ya sabemos qué es “la realidad”.
Lo que quiero destacar de tu reflexión, ya que me parece de enorme relevancia, justamente porque señala algo obvio que no queremos constatar, es el hecho de que cuando nos referimos a “lo real” siempre lo identificamos, más o menos explícitamente, con lo malo, es decir, lo perverso, lo siniestro, la mala suerte (como nos gusta decir), los acontecimientos negativos y perjudiciales y, como tú dices, todos los malos sentimientos y actitudes viciosas y dañinas. Sus opuestos, o sea “lo bueno”, damos por hecho que pertenecen a un mundo no real, son ficciones con las que las personas huimos de “la realidad”, porque, si no, no la soportaríamos. Quizás haga falta recordar algo tan simple como lo que decía Heráclito de Éfeso de que si los hombres llamamos a unas cosas “injustas” es porque tenemos también conciencia (¡y nombre!, claro) para otras a las que llamamos “justas”, de lo contrario, ¿por qué sabríamos que aquellas (o estas) son así?.
¿Por qué es menos “real” la sagrada labor de un misionero que entrega su vida al servicio de los demás que la de la persona sin escrúpulos a la que le parece legítimo aprovecharse del prójimo, en mayor o menor grado, porque la vida es pura “supervivencia”? O es que el misionero no se da cuenta de lo que de verdad es “real” y desde esa ensoñación elige una vida… ¿irreal? El caso es que los filósofos, desde la antigua Grecia, como tú nos recuerdas, al tratar sobre esta cuestión llegaron a decir cosas como que lo máximamente real es El Bien (¡atrevida afirmación de Platón!), por lo que, quien no lo haya contemplado, está viviendo entre sombras, pero con la creencia de que eso es lo verdadero . Algo de esto decía su maestro Sócrates, quien hablaba de que justamente la ignorancia de la Verdad es lo que lleva al hombre a los malos comportamientos… Luego, Aristóteles vino diciendo que solo la virtud, incorporada plenamente al comportamiento del hombre (es decir, cuando esta es un verdadero hábito con el que actuamos) es lo que nos lleva a ser felices “de verdad”. Escuché, sin embargo, no hace mucho a un catedrático de ética en una conferencia, que la “realidad” hoy día era que no había escala de valores, aunque las personas creyeran que sí,,,, Pero, no es que estuviera hablando del autoengaño en que podemos caer por vivir en la incoherencia sin saberlo, no, sino que “la realidad” es que NO existe escala de valores… Yo me preguntaba (bueno, más o menos, también vine a preguntarlo en alto) que qué había pasado con el pensamiento de aquellos grandes: Sócrates, Platón, Aristóteles..., y la respuesta que se dejaba entrever era que ya estaban superados porque nuestra “realidad” es otra… ¿Será porque aquellos filósofos no eran catedráticos de ética (ni de metafísica, filosofía del lenguaje o de la ciencia) y no sabían de verdad qué es “real”?

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