Sep
El novicio cartujo
3 comentariosCon el lío de las partículas que corren que se las pelan, y que apuntan a que la velocidad de la luz no es un límite inviolable (bien interesante esto de los límites, las leyes y demás), un físico español ha dicho, como recoge el NYTimes “If it is true, then we truly haven’t understood anything about anything”. Quien lo lea en los EE.UU seguramente entenderá que no sabemos nada acerca de ninguna cosa, pero casi estoy por apostar que lo que este hombre ha dicho, en román paladino, es que no sabemos nada de nada. Qué gran expresión, en cualquier contexto, que recoge ese contenido semántico y le da una connotación que va mucho más allá. En fin, que el nada de nada me remonta a un óleo con el que tuve la ocasión de encontrarme no hace mucho, una pintura de Gustave Doré (la que aquí enlazo es un grabado, ya que hay varias obras con idéntico tema), concretamente “El neófito”, que representa el rezo coral de unos cartujos viejos como la misma naturaleza, un tanto ajados, en medio de los cuales está el novicio mirando “a cámara”, por así decir, y con cara de… Al leer el texto que acompañaba el cuadro, el escribiente señalaba que era cara de “Dios, ¿dónde me he metido?”, lo cual puede ser perfectamente posible. Los que le acompañan no es que sumen un millón de años, que es lo de menos, sino que parece que su estado vital no es precisamente el adecuado para que uno decida pasar el resto de su vida en su compañía. O a lo mejor sí, porque también puede ser que el novicio o neófito, sobre el que recae la luz de la composición, esté diciendo: sí, sí, no me extraña que te extrañe, pero precisamente por eso es por lo que me quedo, y a gusto. ¿No era aquello de locura para unos y necedad para otros? Quizá el que le mira piensa que es él el que no ha entendido nada de nada, o quizá el novicio piensa que es el otro el que no comprende “anything about anything”. Quién sabe. A mí me ha gustado sobremanera.