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Dic2013Religión, Prozac y Pascal
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En algunos ambientes en los que uno se mueve se respira mucha religiosidad en estas épocas. En otros algo y en otros poca o ninguna. ¿Peor para estos últimos? Hace tiempo que vienen apareciendo estudios sobre la relación entre religión y salud, hasta en las revistas dirigidas al gran público, que popularizan lo que otros hacen en sus departamentos o laboratorios. Un artículo aparecido en una revista alemana subraya esto: las personas religiosas tienen mejor salud que las no religiosas. Ojo, que aquí suelen dar los tertulianos el paso falaz de, sin más, afirmar que la religión es un mecanismo (evolutivo, social, o lo que sea) cuya única función es procurarnos salud, otorgarnos tranquilidad de espíritu o de mente o generar vínculos sociales que coadyuven en la expansión de nuestros genes. Hablamos de estudios generales y seguramente habrá quien diga: ah, pues a mí no me pasa eso. Soy muy religioso y tengo una salud fatal; o a la inversa. Pero esos se escapan a cualquier estadística. Lo que importa es que el hecho de que la religión mejore la salud o haga que la gente tenga menos tendencia a la depresión (que de eso habla el artículo al que me refiero) no indica más que una correlación. Si uno dice: la práctica de la religión mejora la salud, luego la religión no es más que un recurso para ello, está cayendo en una falacia de las que se estudia en primero de la filosofía, del tipo de: siempre que llueve saco el paraguas; saco el paraguas, luego llueve, o, quizá más exactamente, un tipo de aquella del post hoc, ergo proter hoc. Si el ser religioso nos hace saludables, concluyen algunos, debe tener algún elemento de ilusión para procurarnos la salud. Como la aspirina, vamos, una creación ad hoc. En fin, que en estos días religiosos, uno puede serlo por creencia o por ahorrarse dinero en prozac. Pascal creía que incluso esta segunda manera, acababa conduciendo a la religión en su sentido más pleno (si bien el autor del artículo mentado no es de esa opinión). En todo caso, si es verdad (de lo que estoy convencido) y aumenta nuestra salud,… ¿qué más se puede pedir? Aunque, como dice el artículo, la religión no sea una pastilla...