Sep
Dexter
1 comentariosEn la sexta temporada de “Dexter”, la serie sobre el forense que trabaja para la policía y que, al mismo tiempo, es un asesino en serie, se plantea, finalmente, el problema religioso. Dexter ?los seguidores de la serie lo sabrán? es un buen modelo de “experimento mental” de esos que gustan los filósofos. ¿Qué pasaría si un individuo careciese de cualquier tipo de escrúpulo moral a la hora de matar? Es lo que le sucede a este forense que, por suerte (supongo), tuvo un padre policía que le orientó desde niño a dirigir sus impulsos asesinos hacia los “malos”, de modo que sólo mata a aquellos que han burlado el sistema y que, si bien son judicialmente inocentes, son moralmente culpables (y de asegurar eso se encarga Dexter). En fin, la cosa es que en las primeras temporadas el tema religioso aparece de modo marginal, en forma de pregunta de vez en cuando, de si hay que creer en algo, de si existe algún tipo de justicia profunda, etc. Pero en la sexta temporada aparecen dos personajes profundamente religiosos. Uno es un profesor que quiere acelerar el Apocalipsis, por razones religiosas (una lectura particular del Apocalipsis), de manera que se dedica a matar personas que encajan en su plan. El otro es un exdrogadicto (también exasesino) convertido en pastor evangélico que se dedica a porteger y dar trabajo a los marginales. Al ver ambas descripciones ?bastante certeras y que delinean dos tipos de personalidades que seguramente en muchas taxonomías caerán dentro de "personalidad rligiosa"? tendemos a pensar que sólo uno de los dos es verdaderamente religioso. Quienes consideran que la religión, en general, es una suerte de patología favorecerán al profesor, mientras que los que ven lo religioso como una relación con lo divino, seguramente se queden con el hermano Sam. Da mucho juego.