Dic
El Bach de Harnoncourt
2 comentariosMe ha encantado la entrevista a Harnoncourt que se publicó en el Babelia de hace una semana. Este músico es uno de los que ha recuperado una forma hermosa de interpretar la música barroca (y a partir de ahí, casi podemos decir, toda la música antigua, ya que algunos llaman así a toda la música que se crea hasta J. S. Bach, éste incluido). Y es que este espléndido músico puede decir que la música bachiana está consagrada a la gloria de Dios. Y uno dirá que vaya cosa, que eso lo sabe cualquiera. Bueno, no era la moda hace unos años, es decir, la historiografía revisionista se basaba en diversos pasajes de la vida de Bach (su enfrentamiento con sus superiores eclesiásticos en alguno de sus oficios, su utilización de recursos profanos o la composición de una enorme cantidad de obras no religiosas) para aventurar la imagen de un Bach casi postmoderno, que toma lo que le parece de la tradición luterana y va a lo suyo, a su “arte”, que es fin en sí mismo. Aparte de ser una concepción anacrónica del arte, los textos autógrafos de Bach no pueden ser más claros. Una de sus obras magnas, de obligada interpretación para cualquiera que se inicie en el arte de tañer el órgano, es el Pequeño libro de órgano, cuyo incipit reza: "Pequeño libro para órgano, en el que se imparte al organista principiante enseñanza sobre toda suerte de maneras de desarrollar un coral, así como para mejorar su técnica del pedal, puesto que en estos corales el pedal está tratado por completo en obbligato. Para honrar al solo Dios altísimo y para enseñanza de mis semejantes". Y así podemos recorrer encontrar casi confesiones de fe en varias de sus obras. Por supuesto que uno no tiene por qué convertirse en Bach para disfrutar de su música. Pero de ahí a trasladar las propias convicciones al mismo proceso creativo de Bach media un abismo (hermenéutico e historiográfico). A veces, para decir cosas obvias hace falta ser un tipo grande, como es Harnoncourt, quien afirma que "entender que el arte es lo que nos hace humanos puede ser una especie de bendición relativa a un sentimiento religioso. No existe pueblo en la tierra, entre Siberia o África, que no consagre su creatividad a un sentido elevado. Siempre nos enfrentamos a un gran misterio sobre lo sagrado".