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Identidades y felicitaciones
1 comentariosCiertamente, todos buscamos nuestra identidad, los dominicos la nuestra, los jesuitas la suya (de eso hablábamos el otro día en la mesa del comedor) y supongo que lo mismo se aplica a cualquiera perteneciente a cualquier Orden, congregación o pía unión. Como apuntaba alguien en uno de los comentarios de la entrada anterior, los que vienen detrás nos cuentan también nuestra vida. El tiempo pasa y la vida se complica, o se facilita demasiado, y al final, uno acaba reducido a un no sabe qué. Los pensadores de hoy insisten mucho en la importancia de la narración, en contarnos nuestra vida a nosotros mismos y en esperar ayuda de las narraciones que los otros hacen sobre nosotros. El célebre nosce te ipsum (conócete a ti mismo) se realiza saliendo y volviendo (esto es puro Hegel, pero ya puro Tomás de Aquino, con aquello del exitus y el reditus). Por eso los momentos de profesión, de ingreso en el noviciado, de toma de hábito y cosas semejantes son importantes, fundamentales, por su carácter de símbolo y de recordatorio de lo que fuimos y de lo que, si no lo somos, en el fondo queremos ser. Mis mayores felicitaciones a los profesos. Recordarles no sólo es un deber, sino una bendición para quienes de mayores queremos ser como ellos.