Logo dominicosdominicos

Blog Bitácora Véritas

Sixto Castro Rodríguez, OP

de Sixto Castro Rodríguez, OP
Sobre el autor

28
May
2007

Iglesias para iconódulos

2 comentarios

Ayer, tras depositar mi voto para hacer felices a todos los políticos, me fui a misa a la iglesia de un convento de de monjas. Juan Almarza OP, distingue, sabiamente, entre las iglesias de ver y las iglesias de rezar. Ésta era una iglesia de rezar en la que había mucho que ver, pero sin necesidad de andar vagabundeando errabundo por el templo. Uno se situaba en una esquina y, mientras seguía la misa podía ver el magnífico retablo (quizá no de un pintor de primera, pero unos cuantos museos se darían de tortas por conseguirlo), el inmenso Cristo barroco o la cantidad de pequeños detalles (relicarios, via crucis, etc.) que conformaban esa recoleta iglesia. Y uno dirá que mientras mira a las imágenes pierde de vista (qué cosas, perder de vista mientras se mira) lo esencial. Y a ese se le responderá que la cuestión quedó zanjada en el siglo VIII, con la célebre querella iconoclasta. Las imágenes son elementos fundamentales del culto cristiano y nadie se pierde nada por estar mirando una anunciación o una asunción mientras se desarrollan los ritos. Al contrario, gana, y gana mucho. Siempre ha habido en la iglesia movimientos iconoclastas. La misma estética cisterciense, por ejemplo, lo es bastante. Pero de ahí no se sigue que la posición contraria, la iconódula, haya de ser rechazada. Las representaciones visuales y sonoras forman parte de la liturgia, como bien sabe M. A. del Río OP. Lo que me llama la atención es la inmensa cantidad de detalles que los pintores, artistas y artesanos imprimieron en sus obras, imposibles de captar en el breve espacio de tiempo que tiene un observador. Es como si quisiesen que alguien, disponiendo de un tiempo sin fin, se deleitase en su contemplación. Soy bastante iconódulo, lo confieso.

Posterior Anterior


Hay 2 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


JMValderas
28 de mayo de 2007 a las 20:19

Querido Sixto: Sobre los primores de los detalles abundan las anécdotas. Como la que cuentan de Miguel Angel en las alturas de la Capilla Sixtina: “Desde abajo no se distinguen la finura y precisión de los trazos, pero Dios sí lo ve, y de eso se trata”. A mí me acaba de sugerir un argumento contra los que niegan la posibilidad de coexistencia entre plan divino y evolución. Me explico. Todos los biólogos conocen la respuesta que dio John B. S. Haldane a la pregunta sobre si sus trabajos científicos le había aportado alguna pista sobre la naturaleza de Dios: “Dios parece tener una pasión desordenada por los coleópteros” (“an inordinate fondness for beetles”). En su tiempo se conocían unas 400.000 especies de esos insectos, aunque su cifra parece superar los varios millones. Era una forma británica de negar la creación de las especies que supuestamente defendía la Iglesia. Retorciendo esa argumentación, podríamos replicar que Dios dotó a la naturaleza de tal plasticidad, que ha posibilitado la aparición de una gama amplísima de sutiles adaptaciones que terminaron en especiaciones, en nuevos coleópteros.

pseudoop
29 de mayo de 2007 a las 13:32

Estimado Sixto: Aunque nada tiene que ver con el tema que propones en el blog -con permiso de la administración de este site-, sólo unas palabras para felicitarte por tus aportaciones ahora que hace poco más de un año que iniciaste esta aventura. Felicidades. Sigue con ánimo en esta labor. Un abrazo.

Suscripción

Suscribirse por RSS

últimos artículos

Archivo

Logo dominicos dominicos