Oct
Jesuitas receptivos
7 comentariosEstoy alojado en una casa de jesuitas en Philadelphia, lo cual es prueba de que el ecumenismo es posible. De hecho, el receptor hospitum de esta residencia, al escribir al vicario de la diócesis para el clero para informarle de mi llegada (el procedimiento habitual, parece ser) bromeaba diciendo que, de nuevo, los jesuitas estaban a la vanguardia del ecumenismo al alojar en su casa a un dominico (esta última palabra en mayúsculas, jajaja). La verdad es que me siento muy acogido, tanto que nos permitimos hacer bromas sobre nuestras antiguas polémicas (cómo no, la célebre De auxiliis). Hoy es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. De hecho, me he encontrado con varios jesuitas y todos conocen a algunos dominicos a los que también yo conozco. Quizá la figura más prominente y más valorada por todos ellos (sin excepción) es Thimothy Radcliffe. Hasta los asociados (una especie de prenovicios, por lo que pude colegir) le conocían. Una experiencia universitaria (a eso he venido aquí) también puede ser ecuménica, ¿no? Y más en un país y en un estado en el que la libertad religiosa es un dogma. De hecho, las crónicas dicen que cuando se estableció Penn, el padre de este estado, aquí estaba el único lugar del imperio británico en el que se podía celebrar una misa católica. Los europeos todavía tenemos mucho que aprender de los gringos, de eso no me cabe duda.