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Lutero el optimista un poquitín iconoclasta
1 comentariosNo sé cómo se ha colado en mi ordenador un comentario que aparece en un periódico gallego. Dado que comenzaba “el mundo que conocemos nació de la mano de un pequeño fraile que ocasionó un demoledor terremoto en la Europa del siglo XVI”, me dije: vamos a leerlo. Y lo leí (o lo leímos, por seguir con el plural este). El primer párrafo (no sé cómo sigue el texto). Y me dije a mí mismo (o nos dijimos): con estos mimbres no me extraña nada los cestos que queremos hacer. (Ya no pongo más plurales, que cansa). No sé muy bien de qué requiebro historiográfico ha salido este buen Lutero. Y pensé también: algo, algo, alguito que tenga que ver con la religión (historia, semántica, liturgia, escatología, historia de los Papas, lo que sea…) tiene que haber en la educación general, para tener un poquito de cuidado al escribir, para no decir todo lo que se piensa, pensar un poco lo que se dice... Nada más que eso. Vamos, digo yo. Y seguramente el optimista Lutero diría algo parecido si se reconociese en este textillo.