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Jul
2007Jul
Perritos piloto y chochonas a discreción
5 comentariosLo estamos dando, lo estamos regalando. Ni por cinco, ni por cuatro, ni por tres… Los “regalos” y las promesas (sin intención de cumplir) de los políticos tienen delito, duelen. El presidente prometió un dinerillo para las criaturas nacidas desde el momento en que él habló. Ipse dixit, como los grandes filósofos, casi míticos, de la antigüedad. Ha hablado. Y ¿los que nacieron un minuto antes? Ah, se siente, no han llegado a tiempo. Bien es cierto que la Moncloa está tratando de arreglar los desaguisados que ha provocado el presidente, que prometió sin saber, da la impresión, qué demonios estaba prometiendo. Mi sobrina Candela nació hace dos meses. Vaya, se va a quedar sin sus 2000 y picos euros regalados por la bondad del presidente. Para empezar, el presidente y su gobierno son sólo gestores de un dinero que no es suyo. Y si lo reparten mal o aplican criterios que parecen injustos, es menester decirlo y no callar.
Recuerdo que cuando murió el presidente Balaguer, de la República Dominicana, yo andaba por allá. Y Miguel Ángel Gullón y yo hicimos el experimento de preguntar a la gente sencilla, del campo, ajena a todas las trifulcas metropolitanas, quién era ese señor, como si fuésemos turistas que nos acabábamos de enterar de qué había pasado. Para estas gentes, Balaguer (pronunciado Balaguei) era simplemente un hombre bueno, “porque daba casa a los pobres”. No sé si llegaba a tanto, pero sí sé que, como Trujillo, daba un lote de regalos anuales a las familias, más o menos como el caudillo que por aquí gobernó. Los expertos en política internacional no tenían el mismo concepto de Balaguer, pero era populista, y por esa razón, entre otras, fue presidente casi eterno. Si el dinerito que usted y yo pagamos va a servir para prolongar el populismo barato de nuestro presidente, conviene hacer objeción fiscal . Y si gobierna el PP y lo hace igual de mal, no lo dude, también le pondré a caldo en este blog, si ando por aquí, claro. Pero de momento, no es el caso, que es Zapatero quien anda regalando chochonas a quien a él le parece bien. Y yo quiero mi muñeco inservible, aunque luego no sepa dónde colocarlo.