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Piros, machiguengas...
1 comentariosEstos días he seguido con una cierta atención el “descubrimiento” de tribus no contactadas en esas zonas de Perú. Lo que más me llama la atención es que no me llama la atención, porque lo escucho con una cierta regularidad. Mashcos, piros, machiguengas son pueblos que habitan el vicariato de Puerto Maldonado, es decir, tanto Paco, obispo del mismo, como el resto de los frailes que lo habitan, nos dan puntual información sobre lo que sucede allá (sin olvidar a las dominicas del Rosario). De zonas remotas (al menos si por remotas se entiende accesibles sólo en avioneta, después de varias horas de vuelo o en lancha, después de varios días de algo que debe asemejarse a una singladura de un galeón ultramarino) nos dan detalles otros frailes, como David. Han saltado a la luz pública los nombres de estas comunidades nativas (y me temo que por poco tiempo), pero eso no los ha vuelto populares. Quienes viven con ellos saben de las injusticias de la selva, cuya riqueza, en este caso, parece más desgracia que gracia (qué fácil es convertir la gracia en condena). Y muchos las hemos escuchado desde que en la Virgen del Camino nos las contaban los misioneros que se dejaban caer por allá, seguramente sin que los críos entendiésemos demasiado lo que se cocía allá, m´lá del elemento exótico (fuimos unos privilegiados en formación antropológica, de eso no hay la menor duda).
Sin duda esta noticia arroja algo de luz sobre ese mundo, pero no sé por qué me da que pasados los ecos de los no contactados, los frailes del vicariato van a tener que seguir contando con la ayuda que muchos anónimos contribuyentes les hacen llegar. Ojalá llegue el día en que no la necesiten, pero de momento…