Sep
Rezar en los mundos
1 comentariosMe acabo de encontrar con una señora a la que conozco desde hace mucho tiempo… Seguramente más de 20 años. Tras el saludo protocolario del “qué tal”, ella, en vez del protocolario "bien", me ha contado, concisamente y sin caer en detalles, que una afección la había tenido cuatro días postrada en la UCI. Y concluyó, cuando nos despedíamos: “si me voy, ya sabes que tenéis que pedir por mí”. Me quedé pensando en lo raro que se ha vuelto encontrarse con una persona que habita gustosa en ese mundo en que lo trascendente no se ha convertido en un tabú, sino en una parte más, esencial, de la vida. Es verdad que lo políticamente correcto es no hacer mención de ello, por temor a herir las sensibilidades de quien no cree. Pero no es menos cierto que también sería poco políticamente correcto hacer que quien tiene unas determinadas convicciones y experiencias no pueda vivir en ellas. Tengo una amiga completamente “secular” (así se define ella) a la que el mundo religioso le fascina y le parece, al mismo tiempo, increíble e impracticable. No hace mucho pasó por un trance duro y complejo y, como hay confianza para trascender la corrección política, le dije que rezaría por ella. Como es lo bastante sensata para creer que mal no le va a hacer (no todo el mundo es de esta opinión tan incontestable: si no hace bien, tampoco hará mal, aunque hurgando se puede llegar a una interpretación aviesa, que aviesa es), en eso hemos quedado y en eso estamos. Compartir también es compartir los mundos en los que uno habita.