Logo dominicosdominicos

Blog Bitácora Véritas

Sixto Castro Rodríguez, OP

de Sixto Castro Rodríguez, OP
Sobre el autor

27
Sep
2017

Sin ley todo es oscuridad

4 comentarios
delitos

“La ley, Judah. Sin ley todo es oscuridad”, Así le dice el rabino Ben al oftalmólogo Judah en una conversación imaginaria en duermevela, cuando este planea un asesinato. Se trata de la película Delitos y faltas, de Woody Allen, en la que se describe la moralidad flaca y la falta de seriedad de las estructuras en el mundo postmoderno en el que vivimos, que imposibilitan cualquier apelación a la tragedia, a diferencia del mundo decimonónico, marcado por la convicción dostoievskiana de que crimen y castigo van de la mano. Ben se refiere, cómo no, a la ley de Dios, la ley eterna, pero en el fondo está hablando de toda ley, como una realidad que marca un límite a nuestras voluntades individuales o colectivas. Todo esto es lo que está en juego en los debates del independentismo y demás, una revisión a golpe de twitter de la célebre polémica medieval entre los realistas y los nominalistas, entre los que pensaban que incluso Dios tenía límites (no podía hacer aquello que no entraba en la categoría de ser posible, como el célebre círculo cuadrado) y los que pensaban que la omnipotencia de Dios no toleraba límite alguno. La voluntad de Dios es omnímoda. Si esto lo traducimos a la voluntad individual, tenemos parte de la filosofía moderna. Si se configura como la voluntad de un pueblo, tenemos a los filósofos alemanes del siglo XIX, que están en la base de las mayores catástrofes del siglo XIX.

Hoy es fácil encontrarse con cualquier equiparación de la violencia al medievo. Es gratuita, no porque el medievo no fuese violento, sino porque cualquier época de la historia lo es. Seguimos siendo medievales, en realidad, porque discutimos las mismas cosas que entonces. Dios como tal juega un papel marginal en el discurso, pero nos hemos apropiado de sus atributos, de sus modos, de sus propiedades y hemos creado engendros que, a diferencia de Dios, no son más misericordiosos que justos. En realidad, como se ha visto con ese acto político bien conocido de ponerse por encima de las leyes de modo totalitario, la justicia no es lo que más importa. Supongo que los curas que han firmado este manifiesto pro-independencia, aun cuando se hayan dejado llevar por sus sentimientos (Platón ya advertía que una República montada sobre sentimientos era una contradicción en los términos), serán conscientes del diosecillo terrible que contribuyen a crear. Porque algo de formación escolástica tendrán, supongo. Tomás de Aquino, que no era nada nominalista, tuvo que hilar bien fino para poner sobre el papel sus intuiciones. Lo hacía con argumentos a favor y en contra. Esa es la esencia del diálogo. Y las consignas de pancartas y pasquines no son diálogo, sino todo lo contrario, sea lo eso lo que fuere.

Posterior Anterior


Hay 4 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


JM Valderas
27 de septiembre de 2017 a las 09:39

Querido Sixto, se repite estos días la expresión de Kennedy sobre el valor de la ley para la propia existencia. Sin ella, caos, subversión, fuerza bruta. La declaración de los curas catalanes tiene su miga, porque mienten a doble carrillo. Quieran dar la impresión de que actúan movidos por celo evangélico (sus palabras) ante un acto de provocación (el cumplimiento de la orden del juez, que ya es provocar), cuando lo cierto es que tienen a sus espaldas una larga historia de desvergüenza y adhesión impúdica a la causa secesionista. Un profesor de moral que aprovecha una sala de las dominicas de Monte Sión para propaganda y arenga secesionista so capa de tertulia de formación: no hablo a humo de pajas; yo estuve presente.

Les resbala olímpicamente la doctrina de la Iglesia expresada con meridiana claridad en el caso de la Padania. Recuerda: el sur vive de nosotros (Mezzogiorno), Roma nos roba y poseemos nuestra idiosincrasia. Sustituye: el sur vive de nosotros (Andalucía, Extremadura), Madrid nos roba y tenemos nuestra propia identidad. Los obispos de la Conferencia Episcopal Italiana no se arrugaron y declararon objetivamente inmoral la pretensión separatista porque va contra el bien común, rompe la paz y arruina el principio de subsidariedad. A ello Juan Pablo II añadió lo de país secularmente cementado (cien años desde la Unidad de Garibaldi). ¿Cuantos siglos llevamos cementados?

En el desvarío secesionista clerical (obispos incluidos) se produce un atraco sin piedad contra la lógica y la epistemología. Dicen partir de un bodrio intelectual que se llama Arrels, Raíces (cristianas). El documento en cuestión lo redactó un obispo con carné de partido y sin formación humanista ni teológica, si por tal tomamos algún título superior. Es la biblia. Cuando en cierta ocasión le dije a Novell, el obispo separatista por antonomasia, que me explicara cuáles eran los motivos de su opción, me dijo que era la doctrina de los obispos catalanes expuesta en Arrels. El se atenía a lo que decía Arrels. Ni experiencia (ciencia), ni axiomas (matemática), ni revelación (teología): Arrels.

Entre los abajofirmantes hay un dominico despistado, que debió faltar durante las clases de moral. Y alguna clase más. Si al menos leyera lo que sobre el tema han expuesto expertos (Tortella, Jorge de Esteban, Henry Kamen, Francesc de Carreras, Borrell), se hubiera ahorrado el sonrojo que produce su firma. Me he acordado de Ramírez, de Victorino, de Urdánoz, de Llamera, de tantos eximios moralistas...

Hormias
2 de octubre de 2017 a las 15:27

Siempre he tenido un respeto por los miembros ordenados de la iglesia pero el tema de Cataluña me ha defraudado mi confianza no es la iglesia universal ? Qué hacen firmado manifiesto s gracias fray sixto

JM Valderas
2 de octubre de 2017 a las 17:40

Fray Sixto, la ignominia de los consagrados no acaba ahí. Las monjas se han puesto por montera la doctrina social de la Iglesia. Ahí tienes a las dominicas de Horta, que ha convertido el colegio en urna en razón del "compromiso con el entorno". No si es, desde el punto de vista moral, bueno o malo. No, el criterio ético es el compromiso del entorno. Ahí queda eso para la antología del disparate.

Produce indignación que una monja dominica mediática lleve a una monja anciana, muy anciana, a votar el referundum "en una jornada festiva de la democracia". ¿Qué habrá entendido la viejecita de los cuentos de la monja enamorada de Artur Mas, uno de los progenitores de ese desastre?

Son espectáculos muy tristes. La ética por los suelos. Los argumentos vergonzantes. Veritas? Qué veritas, fray Sixto?

teresa
4 de octubre de 2017 a las 23:58

yo ya dejo de leer estos blogs. con la información de la prensa tengo bastante.no me gustan las ambigüedades, los matices que en vez de concretar diluyen colores. no me gusta ver el carácter universal de mi Iglesia católica circunscrito

Suscripción

Suscribirse por RSS

últimos artículos

Archivo

Logo dominicos dominicos