10
Ago
2006Ago
A la primera mirada se la lambe
0 comentariosSe acabó el encuentro internacional del MJD en Santo Domingo. Los foráneos se han marchado encantados de la hospitalidad, la acogida, la organización y, sobre todo, el “amol” que les han mostrado los jóvenes dominicanos. Yo llevo años diciéndolo, pero nadie me creía. ¿Por qué me gusta volver a RD siempre que puedo? Pues por eso, no va a ser para viajar en concho, apretado como una anchoa. Aristóteles decía que de las cuatro causas (o de los cuatro modos de manifestarse la causa, que dicen otros exégetas, cosa que a mí me importa poco, salvo que tenga que escribir un artículo científico, pero para lo que es el día a día, pues ya ve usted….) la más importante es la final. Dios atrae como causa final, como el amor, que atrae sin tocar, sin contacto, al menos así de primeras (o de últimas). Pues el carácter dominicano atrae así, porque, como dice Andrés, futuro OP, “a la primera mirada se la lambe ( a la persona)”. No sé cómo traducir eso, pero la imagen de una visión que es a la vez lingual es sugerente. Si algún postestructuralista francés hubiese escuchado esto, habría escrito un tratado infumable. Pero aquí, en dominicana, se dice y ya está. Se goza el estar juntos diciendo bobadas, que no es el hablar vacío que denunciaba Heidegger, sino el hablar lleno. ¿Puede haber algo más pleno que el lanzamiento de palabras en todas direcciones, que recoge uno y rebota al otro? Sólo cuando uno es joven o cuando está entre amigos se da ese juego verbal que es intercambio vital (bueno, en los capítulos provinciales a veces se da algo de esto), como si de una asociación libre de palabras estuviésemos hablando. Que sí, que República Dominicana es mejor, y más barato, que un psicoanálisis.