Jun
Abra, vote y hasta la próxima
1 comentariosAbra el periódico uno por donde lo abra no se encuentra más que desencanto… El suyo propio, claro, porque los políticos están encantados de haberse conocido. Cualquier alumno de primero de filosofía, que haya estudiado algo (sin demasiado esfuerzo) de lógica, teoría de la argumentación o retórica, sabe que el argumento del Tu quoque es falaz y no sirve. El Tu quoque es el “pues anda que tú”. Que tú gasta tanto en avioncitos… pues anda que tú en coches. Que tú gastas tanto en trajes… pues anda que tú en bragas. Y así, en este estúpido juego sofístico, en el que cualquier persona con dos dedos de frente se da cuenta de que la tratan como si fuese imbécil, se nos va pasando la campaña esta y la vida, por demás. En el laboratorio se juega con productos, sofismas y se prueba su consistencia. Pero en el terreno público, ay, en el terreno público que no es de nadie sino de los políticos, se debería hacer el tonto sólo con gaseosa. ¿Por qué demonios uno tiene que elegir sus representantes entre gente de partidos con