Abr
Abusos
4 comentariosLa que está cayendo es gorda y lo seguirá siendo, sin duda. Hay muchos intereses danzando en todo el follón que está en boca de todos los periodistas, la cuestión de los abusos sexuales por parte de curas, obispos y hasta cardenales…, porque los periódicos, además de buscar la vedad (ojalá) defienden intereses, que para eso se crearon. Ahora bien, eso no quita lo más mínimo de la responsabilidad de los abusadores. Mucho se ha escrito estos días sobre el tema. Algunos han llegado a afirmar que para los eclesiásticos, de puertas adentro, tal cosa sólo era un pecadillo, y no un delito. Eso es tan falso que no merece demasiado comentario. Lo que sí es cierto es que el fragor de la crisis parece que ha cegado a muchos de los mandamases, algunos de los cuales se han encastillado en posturas defensivas, al sentir atacada su fortaleza. ¡Qué excelente ocasión para hacer acto de contrición, donde fuere necesario, y para ofrecer una imagen de la Iglesia distinta a la que, en muchas ocasiones se da! Es buena ocasión para revisar protocolos, admisiones, vocaciones e infinidad de cosas más. Me han hecho llegar desde los EE.UU esta “parodia”, de John Stewart, que pone sobre el tapete la mala imagen que con la actitud de huida hacia delante se ha dado. Habrá que espabilar, ser más evangélicos y además de confiar en la institución, hacer lo de Kennedy: no preguntarse qué puede hacer por nosotros, sino qué podemos hacer nosotros por ella.