May
Alma redemptoris mater
0 comentariosPor fin, después de mucho vagabundear y gandulear por internet, donde se supone que está todo (no lo estaba hasta hace poco, parece ser) me he encontrado con esta pieza, una de mis favoritas (y de muchos otros), que es el Alma Redemptoris Mater de Griesbacher, un compositor desconocido para la inmensa mayoría de la gente salvo para los que fuimos miembros del coro Tomás Luis de Victoria de la Ponti (Pontificia de Salamanca), ya que esta pieza, bella hasta decir basta, se constituyó en el himno oficioso del coro. Y me he encontrado –no podía ser de otro modo– con una interpretaciópn de cora
“Alma Redemptoris Mater, quae pervia caeli
Porta manes, et stella maris, succurre cadenti,
Surgere qui curat, populo: tu quae genuisti,
Natura mirante, tuum sanctum Genitorem
Virgo prius ac posterius, Gabrielis ab ore
Sumens illud Ave, peccatorum Miserere”.
Seguro –con permiso de los sabios– que esto es un tratado de mariología condensado in nuce. Seguro, y, como nos recordaba Miguel Iribertegui, que en gloria estará, la mariología se entiende mejor si se percibe en clave estética. Pues bien, hace un par de días, en la boda de mis amigos