26
Ene
2008Ene
Battiato, candidato
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Me van a permitir que no fuerce demasiado las neuronas en el blog de hoy. Por una serie de razones que no vienen al caso, he estado conduciendo más de lo habitual, y por esa razón he tenido que elegir qué música me iba a acompañar en esos ratos de tedio, de viaje solitario. Uno de los seleccionados, casi siempre, es el ya mentado en otras ocasiones Franco Battiato. Y ahora que estamos en época de vender mentiras y de jugar con las necesidades de la gente, de malmeter y de dar a las palabras significados que nunca tendrán, de jugar con el lecho de Procusto y querer hacernos ver que es la cama de una Barbie, Battiato, en esta canción que transcribo, escrita ya hace un porrón de años, tiene más razón que un santo. Escúchenlo si tienen tiempo. Si no, al menos lean lo que dice. Al menos, nos queda el derecho al pataleo.
Mi pobre patria, aplastada por abusos del poder
de gente infame que no conoce el pudor,
se creen los dueños todopoderosos
y piensan que les pertenece todo.
Los gobernantes, cúantos perfectos e inútiles bufones
en esta tierra que el dolor ha devastado,
¿pero es que no sentís nada de pena
ante esos cuerpos tendidos sin vida?
No cambiará, no cambiará
no cambiará, quizà cambiará
Y cómo excusarlos, las hienas en estadios y aquéllas
de la prensa chapoteando en el fango como cerdos
Yo me avergüenzo un poco y me hace daño
ver a los hombres como animales
No cambiará, no cambiará
no cambiará, quizà cambiará
Esperamos que el mundo vuelva a cotas más normales,
que pueda contemplar con calma el cielo
que nunca más se hable de dictaduras,
porque quizá tendremos que ir tirando
mientras la primavera tarda aún en llegar
de gente infame que no conoce el pudor,
se creen los dueños todopoderosos
y piensan que les pertenece todo.
Los gobernantes, cúantos perfectos e inútiles bufones
en esta tierra que el dolor ha devastado,
¿pero es que no sentís nada de pena
ante esos cuerpos tendidos sin vida?
No cambiará, no cambiará
no cambiará, quizà cambiará
Y cómo excusarlos, las hienas en estadios y aquéllas
de la prensa chapoteando en el fango como cerdos
Yo me avergüenzo un poco y me hace daño
ver a los hombres como animales
No cambiará, no cambiará
no cambiará, quizà cambiará
Esperamos que el mundo vuelva a cotas más normales,
que pueda contemplar con calma el cielo
que nunca más se hable de dictaduras,
porque quizá tendremos que ir tirando
mientras la primavera tarda aún en llegar