Jul
Carmen y capítulo
1 comentariosLeyendo las crónicas, veo que se acaba hoy la primera parte del capítulo provincial, la “masiva”, en la que todo el mundo propone cosas, a ver si de algo de eso se puede disponer. Supongo que estos compases finales tendrán una suerte de carácter catártico, exactamente como lo tiene esa ofrenda de fuego que es la descarga de Cangas del Narcea, mi pueblo. Los antropólogos llaman a lo que se hace aquí potlacht, un tirar la casa por la ventana sin ningún beneficio aparente. Pero el antropólogo sabe también que la perspectiva etic, desde fuera, no capta la perspectiva emic, desde dentro. Si la gente llora, grita, se lleva las manos a la cabeza, aplaude y le echa piropos a la Virgen no es porque se dejen llevar por emociones “aparentes” (como equivalente a falsas). Al contrario. Gadamer habla de la fiesta grande como el origen y el fin del tiempo. El año gira en torno a este evento, que actúa como momento de descarga, de purgación, exactamente como acontecía en la tragedia, según la Poética de Aristóteles. Mira qué cosa tan chula me ha salido sin haberlo pretendido, bastante mejor que la tomadura de pelo del pregonero de las fiestas, que vaya usted a saber cuánto se embolsó simplemente por aparecer allá. Si es que cuando se gobierna mal (el triunvirato de la alcaldada que nos rige), se acaba notando por todos los lados. Menos mal que la Virgen del Carmen está por encima de todas estas cosas. Feliz catarsis.