Dentro de poco, para ser exactos, en 2010, la revista Ciencia Tomista cumple 100 años. Los bibliotecarios saben bien que cien años de publicación ininterrumpida es una hazaña hercúlea: ni siquiera la guerra interrumpió la publicación de la revista. No sé cuánta gente habrá intervenido en su mantenimiento, pero sin duda que me enteraré a lo largo del año entrante, ya que su director, Fr.Jesús Díaz, ha preparado una serie de números monográficos al respecto. Con motivo de tal efemérides, he echado un vistazo a algunos de los primeros artículos (parece que uno abre la puerta de una pirámide maya al pasar las páginas del volumen 1) y a fe mía que los que escribían (al menos en el par de artículos que estoy manejando) sabían bien de lo que hablaban y tenían entre sus manos bibliografía y estudios de la máxima actualidad. Sorprende el contacto internacional que los editores de la revista tenían. Se reseñaban infinidad de revistas de un número enorme de países, y todo eso con unos medios que casi no podemos imaginar en estos días de computación. Si los 100 años de una persona son motivo de júbilo (sobre todo, para ella, si tal persona llega en buen estado), los de Ciencia Tomista no han de ser menos ya que, en este caso sí, llega en muy buen estado de revista. Hasta los festejos de dentro de unos meses, pues.
de Sixto Castro Rodríguez, OP
Es doctor en filosofía y bachiller en teología, además de titulado en órgano. Trabaja como profesor de estética y teoría de las artes y de teodicea.