Pasan de 11 millones las visitas a este vídeo, que me ha enviado mi amol Sudabee desde los EE.UU. Y no me extraña. Se trata de la entrada nupcial en la iglesia. De antemano uno espera una cosa… y resulta algo completamente distinto, sobre todo al comienzo: el principio inesperado es impactante. Luego la cosa se va tornando más previsible. Y aquí viene la pregunta: ¿es correcto o incorrecto, acertado o errado entrar así en una iglesia el día de la boda? Hay opiniones para todos los gustos (sólo he leído 4 ó 5 y ya son de bien diversa orientación) ¿Está escrito sobre roca el procedimiento? ¿Es litúrgico entrar a la ceremonia nupcial bailando una canción de Chris Brown en vez de acompasar el paso a los compases de Mendelssohn? Me interesa enormemente la opinión de Fr. MiguelÁngeldel Río (no hace falta que contestes, ya la sé ) por su papel de liturgista. No me cabe duda de que una gran porción de curas saldrían huyendo como si los persiguiesen súcubos malencarados ante tal despliegue coreográfico, mas estoy seguro de que otros lo aplaudirían. Claro que en una catedral gótica no encaja, pero, ¿en esa iglesia tan modestita? A la ministra que preside no parece desagradarle. A mí tampoco y me parece que a Dios los formalismos le dan más o menos lo mismo.
de Sixto Castro Rodríguez, OP
Es doctor en filosofía y bachiller en teología, además de titulado en órgano. Trabaja como profesor de estética y teoría de las artes y de teodicea.