8
Jul
2006Jul
Democracia en la Iglesia
9 comentariosTodo un día de votaciones. Es lo que tiene la democracia, que hay que elegir. Uno de los estereotipos más cutres que rondan por la mente de algunos domingueros intelectuales es que no hay democracia en la Iglesia o que la Iglesia no admite, por mandato divino, la democracia. Porque tú lo digas, le contesto a quien ello dijere. Los dominicos llevamos 800 años de democracia y también somos Iglesia, mal que les pese a algunos. Lo que sí es cierto es que entre nosotros no hay eso que se llama “democracia formal” y que, siendo democrático el procedimiento de elección, la cosa es algo más complicada. Porque no me digan ustedes que democracia es votar a unos tipos para que hagan lo que les dé la gana durante cuatro años. No, nosotros no hacemos eso. Cuando uno emite un voto se pone él mismo en ese voto, pero antes ha habido largas discusiones, sesiones de pasillo, etc. Por eso las cosas van despacio, porque hay que cocer a fuego lento, reflexionado por todos, lo que finalmente todos aceptan como propio. La democracia supone verse las caras y oírse los pensamientos, porque se vota con la cabeza, pero también con el estómago, con los pies y con las narices. Sólo así aguanta 800 años un sistema de gobierno. Ad multos annos.