May
Educación, por Dios
2 comentariosMi amigo el doctor JJ me ha hecho llegar otro vídeo de Ken Robinson sobre la educación, su importancia, sus modelos, la necesidad de un cambio radical, las expectativas que ponemos en ella, en fin. Toda corriente filosófica, por abstrusa y abstracta que sea, tiene su correlato pedagógico, porque aunque su discurso sea eminentemente metafísico, siempre contiene referencias al tipo de hombre que espera que surja o al tipo de hombre que genera tal pensamiento. Da que pensar el barullo pedagógico que nos asuela por todos los lados, del que no me atrevo a inferir el modelo de hombre que se espera lograr o el modelo de hombre al que se supone que sirve ese modelo, ultrasofista e hipernominalista, es decir, un modelo hinchado de terminología casi imposible de llevar a la práctica, simplemente porque no hay práctica que pueda corresponderse con él. Claro que se modelo no es algo que haya caído del cielo, sino que encaja perfectamente con la realidad política, social y demás. Los dimes y diretes que no son dimes y diretes de la clase política que no es clase política (y pongo la afirmación y la negación en la misma línea por imitar un tanto los decires que no son decires de los políticos de nuestro país). Recuerdo haber hablado (¿lo recuerdo o simplemente lo imagino?) del libro de Harry Frankfurt “On bullshit”, en el que distinguía los mentirosos (mienten y saben que mienten) de los sandios (a los que les da absolutamente igual si dicen verdad, mentira o lo de más allá, porque como la verdad no existe, todo es relativo, etc…). Claro que no hay duda de que hay diversas perspectivas de un mismo hecho, pero ni los más perspectivistas juegan a la sofistería con la indiferencia que estamos viendo en estos días. Recuerdo la película Rashomon de Akira Kurosawa, en la que se nos narra el mismo hecho (violación-asesinato) desde varias perspectivas, de tal modo que parece que han sucedido cosas distintas. Mas uno de los personajes que interviene es el espíritu del difunto. Luego, de lo que no cabe duda es de que alguien pasó la laguna Estigia. Pues bien, como la educación no arregle algo (desde abajo), está claro que (desde arriba) la cosa tiene poco arreglo