Feb
El meteorito y Benedicto
2 comentariosMientras un asteroide al que se le venía siguiendo de cerca y había generado un cierto renacimiento de miedos casi milenaristas (según dicen) pasa de largo como si tal cosa, nos cae un meteorito del que, al parecer, nadie tenía más que una idea de su posibilidad. Cuanto todo el mundo tenía ya preparados los obituarios de Benedicto XVI, va el hombre y renuncia…, algo tan inesperado como el meteorito o más, si cabe. Los medios se apresuran a cambiar los titulares y básicamente la información que acompaña al bombazo, cabe presumir, es la que hubiera aparecido el día de su muerte. Benedicto XVI quizá sea el único personaje de tal relevancia que va a poder leer en vida, si le interesa, lo que los medios de comunicación estaban prestos a decir el día de su óbito. Pero supongo que eso no tendrá demasiada relevancia. Ciertamente, es un bombazo informativo… que está previsto en el derecho canónico, que no es una disciplina que se caracterice precisamente por tener las habilidades mánticas de Diotima de Mantinea. Yo no soy capaz de forjarme una imagen rápida, de consumo inmediato, de lo que ha supuesto el pontificado de este Papa. No tengo ni conocimientos, ni medios, ni tiempo y a la luz de lo que he escuchado y leído estos días parece que más que de una persona se hablaba de cientos de ellas, tan contradictorios eran los análisis rápidos de unos y otros. Pero, uy, el impacto mediático, que se dice, ha bajado en picado y habrá que encontrar un giro en la historia para que vuelva a interesar. De momento está asegurada la continuidad de la noticia en el cónclave, pero este también va a requerir giros espectaculares para que la noticia, en cuanto tal, mantenga la atención del gran público. Lean, si no, los periódicos para ver que lo que hace quince días iba a cambiar la faz de la tierra se ha quedado en el parto de los montes, al menos si juzgamos por las columnas que ocupa en las portadas. Caerán más meteoritos inesperados, seguro. Pero, ¿por qué nos habría de interesar lo que es noticia en estas cosas? Hay mucho que no lo es y es de infinitamente mayor interés. A fe mía.