Abr
El niño que canta
2 comentariosSí, hace unos días que no ando por aquí, pero he visto un vídeo que realmente me ha encantado y me ha hecho recordar que me había olvidado de esto. Es una de esas cosas que uno ve por Internet y que le hacen pensar sobre el asombro que cotidianamente se ofrece a nuestros ojos: un niño cantando. ¿Qué tiene de raro? Si uno lo mira con unos ojos (con miles de ojos analíticos, apresurados, cansados o yo qué sé qué) probablemente no le preste atención o, si se la presta, le parezca algo normal, cotidiano: un niño cantando. Pero a mí, se ve que me ha pillado con otros ojos, porque, simplemente, me ha fascinado, como cuando uno de queda mirando un sitio que ha visto todos los días y piensa: “pero qué bonito es esto” o como cuando una palabra que usa dos, diez o cientos de veces al día se le queda trabada en no sé qué región de la mente y le suena “extraña”: “primavera”, “semitono”, “pero”, “sí”… Simplemente nos parece ajena, como si la escuchásemos por primera vez, como le pasaría a Adán. En este vídeo se ve un niño que canta junto a un cantante callejero y no sólo lo eclipsa, sino que también convierte la actuación de éste en algo casi mágico. Es el puro deleite de vivir, el puro placer de cantar porque sí, la autenticidad más allá de la cual no hay otra. Pensar que hay una época de la vida en que vivimos así, fundados en ese puro gozo de la existencia a mí me abre muchos poros. ¿Quién dijo que no se podía?