Abr
Entes
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No resulta fácil, en tierras germánicas, seguir la actualidad de lo que pasa en España. Pero eso es una gran liberación, casi como una experiencia pascual. Porque, en el fondo, la experiencia de la Pascua nos hace tomar conciencia de lo que es importante y de lo que es accesorio. De este modo, cuando uno sale de España y sólo de pascuas a ramos puede consultar la prensa (y verse obligado a seguir las andanzas de la prensa rosa de los políticos, que eso y no otra cosa son cada vez más los periódicos), hay una especie de estado de ataraxia, aunque venga dado por el desconocimiento de las andanzas de esta gente. ¡Qué a gusto! Aquí, en Alemania, la vida no es más cara que en España (hay bastantes cosas, del día a día, que son más baratas), pero los sueldos son el doble o más. Así si se puede hablar de lo que se habla. Lo demás son discursos malos acerca de entes (en alemán, lo gracioso es que Ente significa pato, de modo que se pueden imaginar lo elevado que resulta para un filósofo ir a un restaurante chino y comerse un ente, cuántos problemas filosóficos resueltos…). Aufwiedersehen.