Jun
Felicidades encantadas a MA
0 comentariosCiertamente, esto de la tecnología, como alguien decía, a veces se hace indistinguible de la magia. Me pasa siempre que veo despegar un avión. Da igual que uno entienda lo que lo hace posible. El asombro no mengua un ápice. Algo parecido me sucede con Internet. Estoy escuchando Radio Seybo por la red, como si estuviese allá. Son las 11 de la mañana y están celebrando la fiesta de Miguel Ángel Gullón, que hoy cumple años (pocos, pero muy bien aprovechados), así que me permito llamarle para felicitarle. Ciertamente, eso está casi del lado de la magia. No acabo de entender muy bien a quienes dejan de sorprenderse incluso por lo más cotidiano, como el milagro de la vida. Varios frailes han ido pasando estos últimos días, como en una procesión, por delante de un nido de pájaros que estaba bastante accesible a la vista, para ver los polluelos, con auténtico arrobo y admiración. No dudo de que el proceso sea conocido hasta en íntimos detalles, pero no acabo de ver cómo se deriva de ahí el desencantamiento del mundo. Si se lo mira con una actitud de “vagabundeo intelectual”, si se me permite la expresión, el mundo fascina, asombra y las cosas que técnicamente van abriendo mundos, tres cuartos de lo mismo. Por eso me asombro de poder escuchar Radio Seybo y de poder felicitar a Miguel Ángel a miles de kilómetros de distancia, sepa o no sepa de tecnología. Ah, lo importante: felicidades, “mi pana ful”.