Mar
Gafas sofísticas
1 comentariosMe he dado cuenta estos días, con motivo de unas gafas nuevas que me he puesto, de que yo, que me veo todos los días igual (y sólo mediante el recurso a fotos del año de la pera puedo constatar mis transformaciones físicas: canas por aquí, pelos por allá) me fijo más en ellas que en otra cosa. Un montón de personas con las que me cruzo, por diversas razones, todos los días, ni se han dado cuenta de que me las había cambiado, precisamente porque –cabe suponer– prestan atención a la presencia y no a los detalles. Es muy común –dicen– que la pareja de uno va a la peluquería y el tal uno no se da cuenta del hecho hasta que la pareja le hace caer en la cuenta, aveces casi a modo de recriminación. Pero eso es, en realidad, un piropo: lo que cuenta es la presencia, lo demás es puro accidente. Pues así las cosas, unos me dijeron que las gafas eran propias de un filósofo nihi