10
Oct
2006Oct
Golpear al poder
6 comentariosParece que los ánimos de los medios de comunicación andan un poco más calmados que hace una semana, pero me da en la nariz que esto es sólo la calma que precede a la tempestad. Hacía tiempo que no se veían las pasiones tan enconadas, con ese cruce de acusaciones entre los distintos medios, que se llaman de todo unos a otros. Lo que digan y hagan los políticos debe ser revisado y analizado con lupa por los ciudadanos (como lo que haga cualquier funcionario público), pues sus sueldos salen de los bolsillos de casi todos (los que tributan en Mónaco o en las islas Caimán no pagan demasiado, que se diga). Pero lo que hagan determinados medios de comunicación, de capital privado, siempre que sus acciones no vulneren los límites de la legalidad, ¿a quién le debería molestar? Que un periódico, una emisora de radio o una cadena de televisión defiendan, como es el caso, la teoría de que el 11-M hubo una conspiración es problema suyo. Ellos financian sus investigaciones y están dispuestos a correr con los riesgos jurídicos que de sus afirmaciones puedan derivarse. ¿Dónde está el problema? ¿En que provocan crispación? (contracción muscular, y sólo en sentido coloquial irritación, ¿por qué se habrá hecho tan popular este término horroroso?) Eso es tan estúpido como decir que es menester prohibir el tráfico, porque los atascos enfadan al respetable. Sin duda, el poder es como el pulpo: para poder hacerlo comestible tiene que ser muy golpeado. No siento ninguna lástima por los que gobiernan cuando son vapuleados, y más cuando hacen las estupideces a las que, por desgracia, nos tienen acostumbrados. Entra dentro de su sueldo.