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Haces de ideas
2 comentariosNo me gustan los titulares de prensa y menos los que encabezan las entrevistas que hacen a personajes, personajazos, personajillos o personajuelos. En el caso de que alguien tenga algo que contar, el titular suele reflejar la parte más chusca de la entrevista, la que tiene más “interés humano” (no va a ser divino, ¿qué otro interés puede haber?) o la que refleja más el carácter campechano del entrevistado, como si eso fuese el valor supremo de una persona. Los personajillos, por su parte, suelen orientar la entrevista a proporcionar un titular grandilocuente, del tipo: “El arte debe remover las conciencias de los bienpensantes” o cosas similares, y que a uno que se dedique a cualquiera de esas dos cosas (al arte, al bienpensar o, qué más da, al remover) le quitan todas las ganas de leer lo que pueda decir el buen señor. Hoy leía una columna de opinión en El Norte de Castilla, el periódico decano de Valladolid, que estaba bastante mal escrita y carente de ideas. De hecho no me acuerdo de quién era, pero créanme lo que les digo, si lo tienen a bien, claro. Comentaba la película “Camino”, que ha dado tanto que hablar: que si es respetuosa con el Opus o si les atiza, que si revela la esencia de este grupo o si oculta no sé qué cosas… Que tanto me da, que me da lo mismo, porque como no la he visto (ni tengo el menor interés, porque en mi lista de películas pendientes hay infinidad de ellas, algunas de los años 20, así que hasta que llegue a ésta, imagínate lo que me queda) y no suelo ver lo que "toca" por orden del señor publicista , no puedo decir nada al respecto. Mas el buen glosador y mal tañedor de letras que escribía, acababa criticando la película por dulcificar la muerte, cuando cualquier personaje de izquierdas y progresista, decía él, sabe que con la muerte sólo adviene la nada. Y yo me dije para mí mismo: ¿qué demonios entra en izquierdas y derechas? ¿Qué paquetes de estupideces tiene que adquirir uno cuando se proclama de derechas o de izquierdas? Y pensé: bendita postmodernidad (en algunas cosas), que te permite hacer tu selección y ser de tales ideas políticas sin tener que comulgar con ruedas de molino que nada tienen que ver con aquéllas. Yo, ¿de izquierdas o derechas? ¿De centro o de extremos? Todo lo contrario, seguramente.