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La desgracia de no vivir en la tierra de María Santísima
3 comentariosUn buen amigo, con el que de vez en cuando comento cosas de los filósofos que leemos, que en buen número son nórdicos, sajones, teutones… gente de por allá, suele acabar la cháchara con algo así como: “déjalos, que bastante desgracia tienen los pobres de no vivir en la tierra de María Santísima”. Este país lo es. No sé si habrá algo equivalente en el resto del mundo. La presencia mariana en España está por todas partes y sorprende a los extranjeros que vienen avisados de que este país ha dejado de ser católico. Ermitas, santuarios, basílicas pueblan la geografía urbana y rural. Pocos pueblos carecen de su espacio devocional, en el que rinden culto a la Virgen bajo sus distintas advocaciones. No hablemos ya de las procesiones, sobre todo en el sur. ¡Católico, católico!, describía el país una amiga en su primera venida a España. En mi pueblo, sin ir más lejos, la Virgen del Carmen es intocable, y eso lo defienden creyentes, ateos y mediopensionistas. Es el rostro materno De Dios, el rostro inmaculado. Dicen que el Papa no ha venido a España. No es del todo cierto. Va todos los años a ese trozo de España que hay en Roma, bendecido por la Inmaculada. Se mire por donde se mire, ciertamente esta es la tierra de María Santísima.