26
Jul
2006Jul
La memoria (la tuya guárdatela)
12 comentariosCon todo esto que se nos viene encima de la recuperación de la memoria histórica (el calificativo ya me resulta sospechoso, por innecesario, pues ¿hay alguna memoria que no sea histórica?) me temo lo peor, es decir, tortazos de nuevo. Una de las cosas buenas que trae la postmodernidad, tal como la entienden los teóricos de la misma, es que los metarrelatos se han agotado, de tal modo que no es que sólo quede el fragmento, como algunos postulan, y las historias fragmentarias, sino que nadie tolera que le impongan una determinada visión global de la historia. Y en eso somos muchos los postmodernos. No pienso tragarme una visión maniquea de la historia de España sólo porque cuatro políticos y los estómagos agradecidos que les cantan las loas lo digan. Pero esa “revisión” no comenzará mañana, no, sino que ya comenzó hace tiempo. Como ejemplo un botón. Hace un tiempo fui a un entierro en mi pueblo y para mi sorpresa, han puesto una placa en el cementerio en el que se homenajea a las víctimas de las “hordas fascistas”. Tal es la ignorancia histórica que provoca las generalizaciones. Como las hordas fascistas ganaron la guerra, los que la perdieron deben, sin más, ser objeto de homenajes. Lo siento, pero en mi pueblo cayeron más pertenecientes a las “hordas fascistas” que a “los luchadores por la utopía” (¿ven qué fácil y qué poca inteligencia hace falta para ser maniqueo? Un par de adjetivos aquí, una palabrita allá y a correr) y no tienen homenaje. ¿Que ya tuvieron lo suyo durante cuarenta años de dictadura? Es mucho decir, y es decirlo gratuitamente. Nadie en su sano juicio, que no sea un político de garrafón, sostendrá esa visión tan pedestre, como si los que “ganaron” la guerra (no todos los que estaban en el bando ganador ganaron la guerra, es más muchos no sabían ni en qué bando estaban: simplemente les tocó estar aquí o allá ) hubiesen gozado del paraíso en la tierra durante cuarenta años. La reconciliación pasa por no aceptar ningún metarrelato. Si alguien considera que unos tuvieron cuarenta años de gloria y que ahora han de pagar con otros cuarenta años de humillaciones, están errados. La mayoría de los que hoy poblamos España ni ganamos ni perdimos, simplemente estamos, así que déjennos en paz y hagan lo que tienen que hacer, a saber, construir la polis, que para eso cobran cantidades vergonzantes de dinero.