26
Jun
2006Jun
Los mediadores
2 comentariosCada vez más, las diferentes opciones vitales están estandarizadas. Si usted decide apoyar una causa, siempre va a haber una vanguardia intelectual que patrocina esa causa y que le va a decir exactamente cómo debe apoyar esa causa. Si usted no sigue sus preceptos, quedará fuera de esa opción. Si usted decide ser feminista, siempre habrá alguien que sabe más que usted y que le sacará a relucir los colores, mostrándole que usted no es un verdadero feminista. Si decide ser ecologista, los sabios le dirán dónde están sus carencias, le asegurarán que no progresa adecuadamente y que necesita mejorar. Y si usted se proclama tolerante, no le quiero contar. Abandone sus principios, sean cuales fueren, porque en cuanto reluzcan lo más mínimo, usted será un intolerante. Pero eso sí, la intelligentsia puede invocar una de las nociones más estúpidas que ha inventado el cerebro más vacío de la humanidad, la de tolerancia cero (que no es intolerancia, no, esa palabra quedó arrumbada en el título de la película de Griffith) y quedarse tan pancha. En resumen, que nadie puede apoyar o rechazar causa alguna si no es a través de mediadores autorizados. Y encima tienen el rostro de decir que no necesitan mediadores para relacionarse con Dios, caso de que exista, porque los mediadores coartan su libertad existencial. Qué desastre. Haga usted lo que le dé la gana, apoye lo que quiera y discrepe de quien le apetezca. No haga caso de los Kominterne, especialmente si insisten en su carácter democrático, palabra mágica donde las hubiere, pero esa la comento mañana.