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Manzanas medievales y pechos de facebook
1 comentariosEstaba leyendo ayer, en un suplemento cultural atrasado, una entrevista a un escritor, en la que el buen hombre afirma esto sin que se le mueva el flequillo: “en todos los Estados modernos, el derecho penal se basa en la culpabilidad: no solamente se penalizan delitos, sino que también se juzga a las personas en función de su culpa. En la Edad Media, al que robaba una manzana se le cortaba la mano. No importaba si había cogido la manzana por hambre o por avaricia. Hoy reconocemos que hay una diferencia. Este es quizá el mayor logro de la Ilustración”. Vuelve por otra, me dije para mí mismo. No es que sea una generalización-twitter de esas que se repiten sin pensar, sino que es, a todos los efectos, mentira, una continuación de esas tesis impuestas que vienen rodando desde hace siglos y que no hay manera de quitárselas de encima. No hace falta ser medievalista (ya quisiera yo serlo) para darse cuenta de que esto no va a ninguna parte. A poco (a poco, insisto) que uno haya leído a cualquier pensador medieval se dará cuenta de el inmenso peso de las intenciones para configurar un hecho en cuanto hecho: yo veo al antedicho tipo cogiendo la manzana y el “coger la manzana” queda tipificado como un "hecho" u "otro hecho" en función de innumerables variables que no se ven en el “coger la manzana”. Eso lo pensaron los medievales, por Dios, que no eran tan cerriles. Pero en fin. Parece ser que, por fin, vivimos en una época mucho mejor en todos los ámbitos, tanto que precisamente lo que este hombre postula que sucedía en el medievo sucede hoy en facebook. Leo en la prensa que facebook ha censurado fotos de madres amamantando niños porque se les veía un pecho y que, por tanto, entraban en la categoría de desnudos. Ergo, la inexistente manzana de los medievales se ha convertido en el real pecho de facebook. Qué tendrá el medievo que es el saco para echar todas las inmundicias que se nos ocurren. Sospecho que, en el fondo, es un reino imaginado que nos creamos para mantener la ficción de que a partir de un momento de la historia (para cada quien distinto) las cosas han empezado a ser como tenían que ser. Y como, desde hace un par de siglos en adelante, Grecia se ha convertido en la Arcadia guardiana de la perfección, pues nada, es fácil: en el pasado remoto de nuestra cultura tenemos ahí 1000 añitos, que no son nada como casi decía el tango, para purgar nuestras culpas y ejercer la función de sombra jungiana de nuestra civilización. En fin, feliz octavario de Tomás de Aquino, que era más listo, prudente y sensato que los algoritmos de facebook. Manzanitas a él...