17
Nov
2006Nov
Mendaz, que no falaz
1 comentariosLeo un artículo de un preclaro columnista en el que pone a caer de un burro a los que no piensan como él, a los que chillan cosas que él no chilla y a los partidos políticos que neutralizaron tendencias de extrema derecha (él dice que las enmascararon). Me gusta ese artículo, porque es un ejemplo, de los de libro, de lo que escribiría cualquier otro que se situase en el extremo contrario y escribiese exactamente lo opuesto, quiero decir que hay una estructura común al resentimiento, a la mala baba o simplemente al desprecio del que no piensa como uno. Hace ya unos cuantos siglos, San Agustín distinguía entre lo falaz, lo que es falso pero se trata de hacer pasar por verdadero y lo mendaz, lo que es falso y se presenta como tal, sin intención de engañar. El mal endémico de este país parece ser, por lo que cuentan los que saben, que una buena parte del mismo está constantemente en contra de buena parte del otro, y se valen de lo falaz (no de lo mendaz) para dar collejas constantes a la otra parte. Pero no son dos Españas, no. Son unos contra otros y por ahí, olvidados de la mano de los hombres, está la mayoría de la gente, a la que le encantaría que a todos estos gritones les diesen un pico y una pala y alguien les pusiese a trabajar, pues el trabajo exorciza muchos demonios, porque, dicho sea de paso, los dioses son mucho más fáciles de eliminar que los demonios. Vivimos en el mundo como si Dios no existiera, lo cual está muy bien, pero el hueco que ha dejado ese “como si”lo han llenado los demonios mágicos, especialmente los demonios cizañeros, que son los realmente peligrosos. Yo me tentaría la ropa.