Jun
Meramente
1 comentariosMe estoy enterando de que es el día de la música por la turra que llevan dando unos músicos (por así decir) que cerca de la plaza están dando una barrila, a base de ritmos repetitivos y chundachunderos, que me tienen medio loco. Parece, pues, que bajo el concepto de música cabe casi cualquier cosa que suene (y hasta que no suene, véase si no el 4,33’’ de John Cage). Mas dejémoslo estar, porque si nos ponemos a definirlo, seguro que se nos escapa entre las manos: habremos puesto un conjunto de condiciones “necesarias y suficientes” fuera de las cuales quedarán un montón de cosas que, hasta entonces, se llamaban música y para las que ahora habremos de inventar otro término. Y es verdad que quien maneja el lenguaje maneja mucho, pero no todo. Hay un salto enorme, gigantesco, de decir por ejemplo, que una cara bonita es un buen reclamo para esparcir los propios genes (seguramente se puede dar una correlación estadística) a decir que una cara bonita es meramente un buen reclamo para esparcir los propios genes. Aquello quizá sea científico. Esto es mala ideología. Por eso, decir que la música es un ruido agradable (Kant, dixit) puede pasar, pero decir que la música es meramente un ruido agradable es falso, sin más. Por eso, con la que está cayendo, se podrá decir que a las que x semanas de embarazo tenemos x células, pero no que a las x semanas de embarazo tenemos meramente x células… La diferencia no es sólo de palabras. Por eso, cuando oigo meramente, en casi cualquier espacio, salgo huyendo como si me persiguiera el demonio del reduccionismo. Mientras tanto, y esperando algún "meramente", seguiré aguantando esa cosa que suena.