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Sixto Castro Rodríguez, OP

de Sixto Castro Rodríguez, OP
Sobre el autor

6
Feb
2008

Nachtwey

17 comentarios

 

No sabía que me leía tanta gente. Dada la situación, aprovecharé para compartir una cosilla, que a muchos nos vendrá bien (a mí me ha iluminado). Ayer vimos varios de la comunidad un documental sobre la obra fotográfica de James Nachtwey. Muchos le conocerán en su trayectoria profesional. La mayoría le conocemos por sus fotos, aunque no sepamos ponerles autor. Este hombre se ha pasado toda su vida retratando guerras, hambrunas, rebeliones, matanzas y las cosas más horribles que uno pueda imaginar. En el documental, el autor reflexiona sobre su papel de comunicador, de artista, sobre la intromisión en la intimidad que suponen sus fotos, sobre la implicación del espectador-fotógrafo en la barbarie a la que asiste… Y se pregunta por la ciega fuerza que lleva a los hombres a matarse a machetazos simplemente por ser de otra raza, tener otra creencia, otra opción política o cualquier diferencia. No es fácil comprenderlo. Mas lo relevante del asunto es que esas cosas están sucediendo ahora. Ahora se mata gente en África, en Oriente próximo, en Irak y en infinidad de sitios de los que no tenemos la menor idea. Es importante la memoria, que Auschwitz no se repita. Mas la memoria parece haberse vuelto inoperante, pues el asesinato en masa se está repitiendo, cada día, ahora mismo. Y Nachtwey estaba ahí para retratarlo. ¿Qué podrá hacer un hombre solo? ¿Quién podrá hacer más que un hombre solo? ¿Quién podrá hacer algo?
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Céfiro
6 de febrero de 2008 a las 14:44

Lo siento, pero no estoy de acuerdo con usted, Sixto. Matarnos unos a otros es algo tan, tan natural como comer, dormir, engendrar, conversar, etc; un aspecto más de la vida. No es el único "desagradable";también tenemos que soportar el envejecer, el enfermar, el morir, y otros muchos. Pero vida es el amor y vida es el odio.No vale querer hacer trampa y desechar una mitad para quedarse con la otra. Estas cosas están sucediendo ahora como seguirán sucediendo mientras el hombre sea hombre. Lo ingenuo es sorprenderse de ello. o lo hipócrita, aunque no digo que sea su caso.

Anónimo
6 de febrero de 2008 a las 14:48

Auschwitz se ha repetido ya en Yugoslavia y en Israel (Sabra y Chatila). Auschwitz se repetirá y probablemente a escala ampliada, pues la técnica ha avanzado mucho desde entonces. Auscwitz es también Guanánamo y Abu Ghraib.En algún rincón de nuestro cerebro todos somos un Auschwitz para el otro. Y el otro para nosotros.

Doxo
6 de febrero de 2008 a las 16:12

El otro día yo vi un documental sobre el genocidio de Ruanda.
Lo peor de todo es que el odio es sembrado solo por unos pocos, y acaba generando millones de muertos.
En cuanto al comentario de Céfiro, creo que una de las virtudes de la naturaleza humana es poder enfrentarnos y cambiar lo que se supone lo "natural".

Chema
6 de febrero de 2008 a las 16:17

¿Qué es lo que nos mueve tan alegremente a definir al hombre? Me soprende la aparente -y digo aparente- ligereza con la que suele decidirse qué define la naturaleza humana, desde los que hablan de una originaria bondad, a los que sancionan al hombre por ser esencialmente malvado. Ante dicha dicotomía, permítanme, artificial, ¿no sería más honrado reconocer nuestra ignorancia? ¿No es acaso cierto que cada individuo se define, sin esencias, con cada respuesta? De ser esto cierto, habría que rechazar todo esencialismo en el ámbito moral, al menos. ¿Pero sin dicha referencia, dónde colocar lo incondicionado? ¿Y cómo llegar a un acuerdo que pueda ser compartido?

Sicut
6 de febrero de 2008 a las 18:39

http://web.es.amnesty.org/elpoderdetuvoz/
Este vídeo es sumamente ilustrativo y sumamente recomendable al efecto

Anónimo
6 de febrero de 2008 a las 18:48

No hace falta disponer de "una definición de la naturaleza humana", como dice Chema, para saber a ciencia cierta que a ella pertenece comer, dormir, procrear, etc., ¿no? Pues lo mismo ocurre con el odio. Sencillamente odiamos y destruimos lo que se opone a lo que amamos y mimamos. Alguien dijo muy certeramente que lo contrario del amor no es el odio sino la indiferencia. Odio y amor son complementarios como las caras de una misma moneda. El que ama también odia y si no, no ama;finge.

Eva
6 de febrero de 2008 a las 18:51

Querido Doxo, lo que haga el hombre es inevitablemente tan natural como él. Igualmente los hormigueros y los panales de mie son productos de la naturaleza. Nada hay en ella que no sea natural. Tampoco Internet o las naves espaciales.

Chus
7 de febrero de 2008 a las 10:41

La pobreza devora a la humanidad.¿qué podemos hacer aparte de dar limosnas?

calicles
7 de febrero de 2008 a las 10:44

Estoy de acuerdo con Céfiro. La crueldad nos constituye tanto como la compasión; amar y odiar son las dos caras de una misma moneda: inseparables y complementarios. Quen no lo vea no es que tenga otra opinión, sino que está ciego.

Elías
7 de febrero de 2008 a las 10:50

ser de otra raza es muy importante. Mucho más de lo que los igualitaristas socialistas,liberales y cristianos suponen. Ser de otra raza, señor, implica ser un extraño. Extraño que si viene a vivir a tu casa sin haber sido invitado se convierte en un intruso peligroso. Y si viene a generalizar sus costumbres, entonces es un exterminador de tus memes o "genes culturales" y de tu forma de vida. Sin embargo, no hacen falta tantos argumentos; el pueblo (¡democráticamente!) los rechaza de manera instintiva, lo que apunta a un hartazgo sangriento en un futuro que ya va llegando.

Anónimo
7 de febrero de 2008 a las 10:53

La ciega fuerza que lleva a los hombres amatarse por ser de otra raza es....¡la razón!

Juan
7 de febrero de 2008 a las 11:21

¿No podría ser que la memoria nos proporcionara el ejemplo a seguir? ¿Que inspirara los acontecimientos por venir, mostrando cómo procedieron otros en el pasado en vez de provocar repudio? Un auténtico pensador debe pensar también (y quizá sobre todo) en esta posibilidad.

A. M.
7 de febrero de 2008 a las 11:28

Es conmovedor leer que un documental "ilumina" a alguien. Sobre todo hoy, que los documentales de ese tipo le resbalan a todo el mundo (hay demasiados: hasta la náusea). Pero no a los espíritus sensibles, claro. ¿Cómo iba a ser de otro modo?.

D.D. S.J.
7 de febrero de 2008 a las 12:02

Nos preocupa lo de Ruanda y con razón. Pero, ¿nos preocupa la desgracia cercana (del próximo o prójimo), menos espectacular pero que podríamos aliviar en mayor medida? Ya sabéis: esos pensionistas de 500 euros, esos subempleados de 600, esos eventuales mal vestidos, mal encarados, mal vistos,...

J.L. Suárez Sánchez
7 de febrero de 2008 a las 13:15

Por primera vez leo los "blogs" de Sixto. No sabía que existían. Me parecieron maravillosos, chispeantes, con gracia, bien escritos, provocadores, removedores de conciencias. También leí los "comentarios" de los idólatras de la razón, de los intolerantes, de aquellos para los que "todo es natural": las catástrofes, las guerras, la pobreza, los asesinatos..., y, como "natural", hay que "dejarlo estar"... Da la casualidad de que el Hombre es el único ser capaz de potenciar el bien y erradicar el mal. Todos estamos muy dispuestos a combatir el "capitalismo", los "abusos de poder" desde dentro, desde la "opulencia", desde el "poder"; pero muy pocos desde dentro de la pobreza, desde la generosidad, desde la entrega... Nos alarmamos ante la muerte provocada por un "etarra" o un delincuente común; pero cerramos los ojos, insensibilizamos nuestros sentimientos ante millones de muertes provocadas por las injusticias, la pobreza, la hambruna de la que TODOS los que tanto "ladramos" aquí somos responsables. Rompamos en pedazos la "hipocresía" que reina en esta sociedad, comprometamos nuestra vida en una lucha real contra esta cultura de muerte, y dejémonos de elucubraciones y de masturbarnos intelectualmente. ¡Ánimo, Sixto!

Moisés
7 de febrero de 2008 a las 13:32

Matarnos unos a otros es tan natural como comer y dormir. Puede. Pero también son naturales las enfermedades, y hemos inventado las vacunas. También son naturales los dolores, y hemos producido los analgésicos y los anestésicos. También son naturales las lluvias, los fríos y los vientos, y procuramos tener una vivienda digna donde protegernos de ellos. Naturales son los terremotos o los tsunamis, pero nos conmueve (a casi todos) ver a la gente que sufre por su causa, y nos gustaría poder hacer algo para evitar tanto sufrimiento. Es natural el cáncer, pero yo sentí dolor cuando mi tía murió de uno (si eso me desacredita ante ustedes, ya lo siento). Pero es que así puestos, ¿acaso no es también natural la tendencia que conduce al ser humano siempre hacia lo que cree que es mejor? ¿O es que lo natural es que busquemos nuestra propia destrucción y lo que más nos incomoda? No lo creo. Somos capaces de diferenciar cómo son las cosas de cómo nos gustaría que fuesen. Podemos discutir si nuestras pretensiones sobre el deber ser pueden ser satifechas, y de qué manera. Yo creo que las cosas pueden cambiar (en esto no soy como Rambo, jejejeje).

Julia
8 de febrero de 2008 a las 12:19

Creo que el problema de muchas de las guerras y victimas de todo tipo de violencia es la información. Caundo no nos cuentan algo es comosi no existiera. Lo que no conocemos es invisible,... y desafortunadament elos medios de comúnicación sólo nos hablan de aquello qu eva a tener interés (normalmente porque hay intereses españoles en el conflicto,...)
dentro de una semana los proplemas de Chat o de de Somalia ya no edxistiran pora nosotros, porque ya no saldrán en las noticas, pero mientrás tanto la gente seguira muriendo.
Hay casi sesenta conflicto armados activo en el mundo actualmente, de los cuales la mayoria han caido en el olvido.
Y nosotros tenemos la responsabilidad de mantenerlos de actualidad y de solicitar medidas que hagan que nuestro pais de je de ser uno de los principales exportadores de armas del mundo y se comprometa de verdad con la paz.

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