Dic
Noli timere
1 comentariosEn las vísperas de ayer el segundo salmo era el 45, la convicción de que no hay razón para tener temores “metafísicos”. Y bien traído está ahora que cada día nos desayunamos con infinidad de noticias, primas, bolsas, ataques y demás cosas cuyo segundo nombre es “miedo", un nuevo jinete del Apocalipsis que va a resultar más lesivo que los tradicionales. Para nuestra generación, mayormente cinéfila, el referente de que “no se puede vivir con miedo” es Blade Runner, donde los replicantes viven así, porque tienen una obsolescencia programada que les impulsa a acudir a sus “creadores” para tratar de evitarla, aunque quizá, en realidad, sea para preguntarles por qué, como Job, si bien la respuesta siempre se les hurta. Pues bien, salmos, evangelios, cartas paulinas son las que están detrás de ese “noli timere” tan constitutivo de lo cristiano. Un buen amigo presentaba el otro día un gran libro en el que desarrollaba su tesis de que tener esperanza es, en realidad, equivalente a tener miedo. Pero yo no estaba de acuerdo: en el infierno de Dante se abandona la esperanza, no los miedos, que seguirán. De este modo, ne timeas, aunque los montes se desplomen en el mar…