18
Ago
2006Ago
Noticias y bendiciones
1 comentariosHace un par de días, las autoridades (un término genérico es la mejor manera de eludir responsabilidades) desviaron un avión porque una pasajera, presa de un ataque de pánico, se puso brava y sabe Dios qué montaría allá dentro. La verdad es que, si no fuera por el clima de paranoia aeronáutica que se vive, la cosa parecería (y de hecho opino que lo es) exagerada. En todo caso, lo que me llama la atención de la noticia es precisamente eso, que sea noticia. Desvían (de nuevo un término impersonal, de los que denostaba Heidegger) un avión, lo escoltan dos cazas, y es noticia. Se me ocurre que quizá los que desvían sean los mismos que hacen las noticias. El otro día hubo una matanza en Haití, parece ser que más de cien personas fueron asesinadas a machetazos, que es lo que se estila por allá. ¿Se enteró alguien? Yo lo oí porque estaba en el país que comparte frontera con la nación más pobre de América y claro, allí, aunque sólo sea por miedo, se oye y se presta atención a lo que sucede en el país vecino. Los frailes que han ido recientementen por Haití dicen que la situación es horrenda, terrible y sostenible sólo por no se sabe que inercia cósmica. Pero no es noticia. Todo lo más, en nuestros lares, se le concede de vez en cuando el beneficio de una breve nota, eso sí, siempre en la página izquierda de los diarios, que es más barata. ¿Cómo es posible que vivamos tan ciegos? La larvada guerra civil que se vive en Irak ha tenido la “suerte” de ser “bendecida” por los ataques americanos, al igual que lo ha sido la matanza israelí en el Líbano. Hasta para ser muertos se requiere una bendición en el mundo de hoy. Lean los breves de los periódicos. Como decía el lema de la serie Expediente X, la verdad está ahí fuera (en esos mini comentarios).