Jul
Pelis y música (bellas)
0 comentariosDa pereza ponerse con esta canícula a escribir algo, pero por si a alguien le sirve de consuelo y solaz veraniego, le recomienzo que vea la película “Still Walking”, una reciente película japonesa que ha conseguido entrar en los circuitos comerciales y que es una joyita: tiene de todo y revela muy bien las dinámicas relacionales en el seno de una familia con sus tragedias, sus alegrías, sus dramas y sus esperanzas. ¡Qué bien contado está todo! La verdad es que el otro día, cuando me puse a verla, era bastante tarde y mi intención era ver la mitad y dejar la otra parte para el día siguiente, pero no pude. Tuve que acabarla. Y ese es un buen criterio, a mi entender, para decir que estamos ante una buena película (aunque no sea el único, también el Código Da Vinci engancha, pero no cumple otro criterio que considero indispensable para que una obra de arte sea buena: que uno esté dispuesto a verla/leerla/escucharla otra vez: no me pillará Dan Brown en otra). Y le vendrá bien, seguramente a nuestro reelegido provincial, porque del buen arte se aprende y las dinámicas provinciales en algo se asemejan a las familiares. Pero si ve el provincial que la cosa se pone cuesta arriba, le aconsejo que escuche esta tarantella, que se me ha metido en la cabeza y no hay manera de que la pueda echar. Es que es bellísima y yo desconfío bastante de los churros que se llaman arte. Sí, soy bastante esteticista, qué le voy a hacer.