11
Jun
2006Jun
Peri hermeneias
5 comentariosHace un par de días hablábamos del cardenal y el blog se llenó de comentarios. Ayer hablábamos de Paco y ni un solo comentario. Voy a hacer de político, a ver si me salen las cuentas. Interpretación A: el cardenal provoca un movimiento de rechazo en la inmensa mayoría de los lectores, mientras que Paco suscita enorme simpatía, de ahí tales resultados. Interpretación B: el cardenal es un personaje público al que todos conocen, mientras que Paco es bastante menos conocido, de modo que, ante la perspectiva de errar en el juicio, los lectores han preferido no hacer comentarios. Interpretación C: Los lectores creen que tengo mucha razón en lo que digo. Pero resulta que ayer les apetecía escribir y hoy no. Interpretación D: El autor de este blog no tiene la menor idea de lo que quiere decir, pero el lector modelo no contestará en ningún caso, porque le trae sin cuidado lo que yo diga. Interpretación F: Mi lector modelo es como el personaje de Alicia a través del espejo, Humpty Dumpty –que, cuando usaba una palabra, ésta quería decir exacta y solamente lo que él quería que dijese–, pero al revés. Cuando mi lector lee las palabras significan lo que él quiere que signifiquen. Las palabras de ayer significaron algo y las de hoy no significan nada, porque él así lo ha decidido, así que ha decidido no responder. La verdad es que puedo seguir haciendo interpretaciones, todas ellas plausibles, aunque unas más y otras menos, lo reconozco. Anda, pues me han salido las cuentas. Resulta que se manifiestan 200.000 personas en Madrid (millón arriba, millón abajo, no vayamos a discutir por un quítame allá esas pajas) y el gobierno interpreta que 44 millones de españoles menos 200.000 (millón arriba…) quieren la paz. Así, sin más. Mi abuela, que en gloria está, manejaba mejor la lógica. Pero es lo que tienen la estadística y la postmodernidad, como supo ver Nietzsche bastante antes de que ambas se usaran como arma arrojadiza. ¿A usted le han preguntado algo?