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Jun
2006Jun
Políticos y culebrones
3 comentariosEn la viñeta del domingo de Mingote en ABC un inmigrante en condiciones penosas le dice a otro. “Estoy ansioso por saber si la culpa de esta situación es del gobierno, como dice la oposición, o es de la oposición, como asegura el gobierno, porque el saberlo me tranquiliza una barbaridad”. Desde luego, no seré yo quien compare mi situación vital con la de este pobre, paupérrimo y desesperanzado ser humano. Pero la gracia de Mingote es que las palabras que pone en boca de este desheredado las podríamos asumir cada uno de nosotros, creo. Lo de los políticos es de vergüenza. Los telediarios y los noticieros radiofónicos o “partes” son salsa rosa política: X le ha dicho a Y que Z no sé qué (por lo menos, las bobadas de los personajes del papel couché tiene más morbo). Y al día siguiente aparecen exactamente los mismos, y así sucesivamente. Y lo curioso es que lo que hagan estos personajillos nos encona, nos encocora y a mí personalmente me hastía. Salir al extranjero y no enterarse de lo que pasa en España es una bendición, porque cuando uno escucha un día y otro lo mismo, lo mismo, lo mismo y lo mismo tiene la sensación de que le están robando la vida poco a poco. Me importa un rábano el estatuto de esta autonomía, si aquellos son nación, imperio o reino de taifas; no quiero oír lecciones de moral de políticos (no es lo suyo, así que manténgase en su redil) y quiero un gobierno aristocrático. Sí, ya sé que las duquesas y condes que pueblan este país no son los más adecuados para gobernar. Entendámonos. Los aristoí son los mejores, y por desgracia, nos gobiernan y hacen oposición los peores, gente de pocas luces, menos ideas y palabra fácil, gente que cuando habla en un mitin se hace preguntas retóricas y pisotea la ciencia de Cicerón y Quintiliano, gente borracha de poder. A mí quién diga una cosa u otra me tranquiliza, como al emigrante, una barbaridad. Quizá es que este culebrón político y polimorfamente perverso es lo que persigue, que nos dé a todos lo mismo, y a fe mía que lo están consiguiendo. ¿Por qué la época gloriosa para los griegos fue la de Pericles? Pues eso.