Feb
¿Qué hacer?
1 comentariosCualquiera de las cosas que sigan, a partir de este momento, en la situación de Eluana, esa muchacha que lleva años en estado vegetativo y para la que se pide la eutanasia, será mala. Me gusta el comentario que hace un corresponsal de El Mundo, en el que no hace más que expresar sus propias dudas: preguntas y más preguntas para las que cualquier respuesta parece que va a ser inadecuada. Sólo los que tienen pocas ideas en este caso se manifiestan de una manera rotunda. Es difícil valorar todas las cosas que hay en juego (y no es sólo cuestión de semántica, por mucho que se empeñen los post): hay una vida (para unos lo es, para otros no), unos procedimientos médicos (para unos apropiados, para otros encarnizados) unas expectativas (para unos ninguna, para otros, aún así, no harían falta). E insisto, cualquier acción que se acometa será mala. De lo que se trata (como nos enseñaban años ha en moral, y creo que aún sirve para este caso) es de minimizar el mal, es decir, de aguantar el tirón del mal menor… Pero, ¿cuál es el mal menor? De nuevo, aunque parezca que el mal menor para Eluana es x ó y (quedarse como está o dejarla morir), resulta que x ó y tienen consecuencias incalculables por la jurisprudencia que crean. Desde luego que Dios no dice nada al respecto, al menos nada taxativo. Nos toca la parte dura, que es interpretar y ser prudentes, lo que Aristóteles llamaba phrónimoi. Y qué difícil es. Desde luego que yo no voy a salir a la calle a pegar gritos contra nadie, si acaso contra los que tienen una única opinión (x ó y) que aplican indiscriminadamente a todo lo que se asemeje.