24
Nov
2011Nov
San Melchor y el otro modo
1 comentariosLa obra de C. S. Lewis "Los milagros" se cierra con una advertencia: “milagros y martirios tienden a juntarse en las mismas áreas de la historia; áreas que naturalmente tenemos pocos deseos de frecuentar. Te recomiendo muy seriamente no desear ninguna prueba ocular, a menos que ya estés totalmente cierto de que no va a ocurrir”. Esto viene a cuento de la festividad de hoy. San Melchor de Quirós y demás compañeros mártires. Recuerdo que, tal día como hoy, hace ya algunos años, el hebdomadario leía las actas del martirio. Y, desde luego, no es un territorio por el que uno quiera deambular. No se trata de personajes de hace 2000 años, sino de hace poco más de un siglo, ante los que, si uno no se deja escorar por las olas del qué dirán, hay que quitarse el sombrero. Si hubiese gente de ese calibre en las diversas áreas de la vida social, económica, política, etc., etc., la vida sería, sin ningún género de dudas, bien distinta. Pero Lewis mete en el mismo saco los milagros. Si uno está convencido de que lo que hay "es lo que hay" y no puede ser de otro modo, ha de llegar necesariamente a la convicción, como señaló Leon Bloy, de que lo que hay es lo adorable. Y no, definitivamente no. Un componente de la vida religiosa o de la religión, sin muchos calificativos, es la convicción de que las cosas pueden ser de otro modo, y en ocasiones, que las cosas deben ser de otro modo. San Melchor y demás compañeros pululaban por ese “otro modo” de las cosas que, por desgracia, algunos no tenemos deseos de frecuentar. Es una constatación… que tiene algo de plegaria.