26
Dic
2006Dic
Sentidos para 2007
4 comentariosEn estos días hacemos el recuento de los que se han ido y los que se han quedado, recordamos a los que ya no están, por eso a veces las navidades son un tanto melancólicas. Pero al mismo tiempo, celebramos a los que han venido al mundo en este año. Cada una de esas personas es una encarnación de sentido. Los medievales, haciendo sus hermenéuticas, decían que las Escrituras tenían varios sentidos: literal (los hechos), moral (las consecuencias de los hechos para la acción), alegórico (lo que toca a la fe) y anagógico (lo que hace referencia a lo que nos cabe esperar). Y sin embargo, no faltan los columnistas de periódico que, anclados supongo que en esa fase que los psicoanalistas llaman oral (quizá algunos hayan llegado a la anal) leen la Biblia desde una sola óptica (lo cual no sé exactamente a qué fase del desarrollo religioso responde, quizá a la infancia, en el sentido de infans, es decir, de carente de habla, pues en cuanto uno empieza a hablar, el sentido se multiplica). Uno se pone estos días a hacer recuento y el sentido de los hechos y de las personas exuda por los poros de la realidad. Cada uno de los acontecimientos que hemos vivido este año que se va es puro sentido encarnado. Y los cristianos hacemos esa lectura desde nuestra óptica, que es una y es múltiple al mismo tiempo. No caben dogmatismos, sólo caben la fe, la esperanza y la caridad. Desde ahí es desde donde yo saludo la entrada del nuevo año. Feliz 2007 a todos. Y gracias a todos los que han leído este blog, que sólo adquiere sentido (de nuevo el término clave) por los recipientes. Hasta la vuelta de vacaciones.