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Nov
2006Nov
Simplemente, no es verdad
1 comentariosHace unos días, un profesor de la UNAM de México nos dio una excelente charla en Valladolid sobre multiculturalismo y hermenéutica analógica, haciendo uso de esta rama de la filosofía que ha sido desarrollada por el dominico Mauricio Beuchot. La cosa es que, hablando de relativismos, etnocentrismo y cosas por el estilo, nos contó que Fray Alonso de la Veracruz, en su defensa de los indios, aludía a que los sacrificios rituales que éstos llevaban a cabo podían interpretarse como una analogía de la eucaristía cristiana, y a partir de ahí se podían “comprender” también sus costumbres antropófagas. La cosa no tendría más interés que el erudito si no fuese por una afirmación que el profesor hizo acto seguido, y cito de memoria: ni siquiera el multiculturalista más extremo de hoy en día haría uso de ese argumento para defender el canibalismo. Tuve oportunidad de discutir más la cuestión en privado con él, para llegar a la conclusión de que, si hay argumentos que nadie osaría esgrimir hoy, no es sólo por una cuestión de epistemes foucaltianas, de prudencia intelectual o de acuerdo intersubjetivo, sino porque, efectivamente, ciertos argumentos son falsos. Caminamos hacia la verdad, de eso no hay duda, otra cosa es que lleguen, como bien saben que decía el Aquinate, pocos, después de mucho tiempo y con mezcla de muchos errores. Pero hay cosas que ya no se pueden decir, simplemente, porque no son verdad. No es verdad que haya que mutilar a las mujeres por supuestas normas religiosas, ni que éstas no puedan acceder a los mismos puestos que los hombres en virtud de tradiciones (con minúscula). No es verdad que la autoridad sea el último criterio en teología (salvo la autoridad divina, y esa no está mediada, ¿o sí?). No es verdad que se puedan sacrificar vidas humanas como daños colaterales o directos en ataques injustos. No es verdad que se pueda condenar al ostracismo y a la defenestración intelectual a los científicos que disienten de las corrientes oficiales, como el otro día se apuntaba en uno de los comentarios. Simplemente no es verdad. Ah, no es verdad que los ataques a Irak se basasen en la verdad, ni es verdad que el pueblo haya hablado en las últimas elecciones catalanas (si quitamos los menores de 18, los impedidos, los legalmente incapacitados, los extranjeros y vaya a saber cuántas otras gentes, le quedan cuatro gatos y un tambor en ese 56%). Simplemente, no es verdad.