24
May
2006May
Sólo un dios puede salvarnos
5 comentarios“El dolor de ahora es parte de la felicidad de entonces. Ese es el trato”. Así dice C. S. Lewis en la película Tierras de penumbra. Ese es el trato que firmamos cuando entramos en este mundo, aunque nadie nos preguntó si queríamos hacerlo. Cuando Juanmi murió, esa parte nuestra que, como hacía un esclavo al general que entraba victorioso en Roma, nos susurra “recuerda que eres mortal”, se activó. Y nuestra mortalidad, es decir, nuestra humanidad, apareció en toda su realidad. En ella se incluía la felicidad de entonces, los recuerdos que se agolpaban y que incluso en los momentos de máximo desconcierto nos hicieron esbozar una sonrisa. Para el que cree, para el que espera, la vida es una fruta, dulce a veces, amarga otras, y al mismo tiempo promesa de fruto cierto, fruto que adviene detrás de alguna colina. Sí, Heidegger, salao, tienes razón: “Sólo un dios puede salvarnos”. Creo que, a pesar de lo que digan tus feroces exegetas, ambos sabemos de qué hablabas.