May
Sonrisa gorrinera
2 comentariosNos han obsesionado tanto con la gripe porcina que parece que en el mundo no ha habido (y no hay) pandemias bastante más mortíferas (por el número de víctimas no potenciales, sino actuales, y por la saña con que se ciernen sobre las mismas ya casi desde tiempo inmemorial). Pero reflexionar sobre esto, sobre el papel de las diversas industrias, los distintos intereses que se esconden tras las pandemias y todas esas cosas nos llevaría muy lejos o a ninguna parte (que seguramente sean el mismo sitio). Lo que me llama la atención es cuán dependientes y manipulables somos por los medios de comunicación, mucho más que por los virus. Pero lo que me devuelve la confianza en la humanidad es el hecho de que hasta en una situación supuestamente tan preocupante, nos podemos reír. Proliferan por la red innumerables chistes, tests de inmunidad a la gripe porcina, fotos de cómo se originó que arrancan una sonrisa al más pintado. Y es que una cosa sólo es realmente seria cuando uno puede reírse de ella. Nos reímos siempre de las cosas que nos importan, sean divinas o humanas… Algunos dirán que por simple miedo, otros que para descargar el temor que nos producen y otros porque quizá dos de las cosas más propiamente humanas parecen ser la risa y el llanto. Pero nos reímos de la gripe cuando aún la tenemos lejos o una vez que nos ha alcanzado y ya no hay salida. ¡Cuánta gente no ha hecho de la última frase de su existencia un monumento al “buen humor”! Me viene a la mente Muñoz Seca, al que, cuando iban a fusilar, sólo se le ocurrió decir algo así como “me quitaréis todo, menos el miedo que tengo”. Y así, con ese final, venció a sus verdugos. Así que ánimo con la gripe, que seguro que no es para tanto, y si lo fuera, adelante con la sonrisa “cochinera”.