Jun
Sonrisas
0 comentariosTodo el mundo sabe que la vida con una sonrisa (propia y ajena) es infinitamente mejor. Por eso, todos los datos científicos que lo confirman sólo hacen eso, confirmar lo que ya sabíamos. Sonreír al encontrarse con alguien, en el trato cotidiano, detrás de la ventanilla de hacienda o cuando alguien viene a revisar su examen no sólo lubrica las relaciones cotidianas, que también, sino que las constituye como relaciones y no como cargas. Schopenhauer citaba la fábula de los puercoespines, que para él es lo que somos, siempre a una distancia de seguridad para no pincharnos. Pero la sonrisa le desmiente. Los niños sonríen todo el tiempo, seguramente porque no se han dejado engañar por la fábula de que las cosas son así. Las cosas son como queramos que sean, e ir por la vida sonriendo es siempre mejor. Si alguno necesitaba que la ciencia le diese garantías de lo que ya sabía, aquí tiene este vídeo espléndido, que quizá le anime. Pero yo ya lo sabía de antes