Abr
Tanto falso dilema
1 comentariosSi los políticos que nos gobiernan hubiesen leído a Eladio Chávarri, no dirían las tonterías dilemáticas que sueltan. O esto o lo otro, como si no hubiese mil cosas posibles entre esto y lo otro. Me llama la atención sobremanera ese falso dilema que se ha planteado entre salud y economía: ¿por qué elegir solo entre valores biopsíquicos (salud) y económicos? ¿Qué pasa con los valores lúdicos? ¿Y los religiosos, estéticos, éticos, cognitivos y sociopolíticos? Cada una de estas series de valores es tan real y fundamental como la otra, y se relacionan mediante lo que Eladio Chávarri llamaba el “axioma de protección valorativa”, que viene a decir que ninguna de estas dimensiones puede ser reducida a otra, ni sustituida por otra o desarrollada en marcos ajenos. Durante esta pandemia, que sigue coleando, han desaparecido del tablero de juego un montón de dimensiones. Se han sacrificado desde el principio, como si, para los gestores de la cosa, el ser humano solo fuese un haz de valores económicos y biopsíquicos. Pero es un ser social que tiene una familia (tachado), que necesita procurarse espacios y experiencias lúdicas (tachado), que necesita tener un conocimiento veraz (tachado)… Todo esto no ha jugado papel alguno en las proclamas de “salud o economía”. Y así ha pasado lo que ha pasado, por no prestar atención a esa riqueza plural de valores y a los contravalores que cada una de estas dimensiones engendra. Todo este mapa que nos permite andar por el mundo con los pies bien calzados ha brillado por su ausencia en este discurso cutre de dilemas. Kierkegaard insistía en al “aut-aut” (o lo uno o lo otro) para meternos de lleno en el espacio religioso. Eladio Chávarri, por el contrario, era mucho más del “et-et” (lo uno y lo otro). Son modos distintos de estar en el mundo y de salir del dilema a otro espacio en el que este desaparece. Así que cuando alguien trompetea aquello de “socialismo o muerte” (o cosas parecidas), la mejor respuesta es: opción c (o d, e, f...).